perretxiCo (Vitoria). Opción de moda para cenar de picoteo
perretxiCo es la taberna de marmitaCo, la última aventura de Josean Merino, cocinero autodidacta, Estíbaliz Pérez, su chica, y el resto de su equipo. Así se presenta esta filial del restaurante vitoriano señalado en 2011 como Mejor Barra de Pintxos y Tapas de España, en concurso celebrado en el marco del congreso Lo Mejor de la Gastronomía, en Alicante. El lugar está de moda y, aunque también ofrece menú del día, se ha convertido en un plan A para muchos aficionados a las cenas de picoteo, por lo que no siempre resulta sencillo hacerse un hueco en su mostrador ni en sus mesas. Quedan advertidos.
Nosotros esperamos un rato departiendo junto a la barra, mientras tomábamos el pote de rigor y, cuando quedó una mesa libre, nos acomodamos en ella y seleccionamos seis propuestas de su carta de pintxos y raciones. Acudimos inducidos por un muy reputado chef de la capital alavesa, y nos quedamos a medias. Ni nos conquistó, ni nos disgustó del todo. Nos gusta ver trabajar a la gente, nos gustan las cocinas a la vista, y es digno de elogio el esfuerzo en la presentación de las preparaciones, pero, a nivel estrictamente coquinario, el resultado fue muy irregular.
Lo mejor de todo fueron los paraguas de queso de cabra y boletus con cebolla confitada en miel (1,95€/ud.), creación de Estíbaliz que solicitan los clientes del marmitaCo desde hace más de diez años. Para elaborarlos, se pochan los hongos picados con cebolla y se añade el queso de cabra a la sartén, creando una especie de crema a la que, posteriormente, se suma miel. La masa resultante se envuelve en el abrigo clásico de los rollitos de primavera (spring roll), dándole forma de cono, se pincha con una brocheta y se fríe.
También gustaron los langostinos empanados con cacahuete (8,50€, la ración), para untar en salsa curry. Aceptable resultó el arroz cremoso con pulpo y parmesano (3,50€), que tuvimos que solicitar por dos veces, al habérsele pasado por alto al camarero. Y también el capuchino de queso Idiazabal y panceta (2,50€) servido en taza blanca, a modo de trampantojo.
Y nos disgustó la tortilla guisada con perretxikos (2,50€), desprovista de todo encanto; bien fea, su imagen iba en consonancia con una textura infame y una falta de sabor atractivo que invitaba a dejarla donde estaba, en el plato. Asimismo, las pipas marinas (5,20€), con su regusto amargo, no estaban a la altura de una estilosa presentación, en cuenco forrado con papel de periódico (de La Vanguardia, ejemplar del 15 de enero de 2006, para más señas), a modo de cucurucho, y posado sobre tabla de madera. Otro recipiente invitaba a sumergir los abundantes chanquetes en allioli, cosa que hicimos, para hacer más llevadera la ingesta del pescaito frito.
Para beber optamos por El Primavera (12,30€), un tinto de media crianza (cuatro meses), de Rioja alavesa, cuyo proceso de elaboración se ciñe al de un vino joven despalillado, con fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable y pocos remontados, a temperatura nunca superior a 25º. ¿Para qué? Con intención de mantener todo su carácter frutal. Rico.
Resumiento: la situación del perretxiCo es bien buena, cerca de la plaza de la Virgen Blanca y el Parlamento Vasco, y el planteamiento nos encanta. Cuando logre la ansiada regularidad, será un fijo en nuestra ruta de pintxos por la zona, que incluye La Malquerida, el Toloño, en ocasiones el Sagartoki…
(disfrutó, pese a todo, Igor Cubillo)
San Antonio, 3; 01005 Vitoria-Gasteiz (Álava)
945 13 72 21
Acudimos a perretxiCo un viernes noche, y nos quedamos con ganas de experimentar sus mazorcas, la que anuncian como «original y divertida forma de cenar de pintxos, sin esperas ni empujones». ¿Cómo funciona? «Siéntate en una mesa y coge tu plato. Nuestro equipo te irá ofreciendo los pintxos, coge los que más te gusten… Puedes pedir la bebida en la barra o esperar a que nuestro equipo te tome nota en la mesa. Apuntaremos los pintxos y la bebida en la cesta de mazorcas. Entrégala en la barra para pagar». Así de sencillo, prometen. A ver si la próxima vez nos dan la opción de probar el sistema.
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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