Pista: Taberna Casa Martana (Zaragoza), un bar para mi barrio
Según el grado de aprensión, al ver cráneos y esqueletos suspendidos sobre la barra de Taberna Casa Martana, esas cabezas de bonito seco, esas grandes raspas y el bacalao desecado, uno puede pensar que se adentra en ese bar a escasos cien metros de la casa donde Leatherface se afanaba en desollar scream queens para la barbacoa familiar. La escena, no obstante, la dulcifica la presencia de los parroquianos del barrio donde se ubica el Palacio de la Aljafería, principalmente de los bloques situados entre la residencia real y el río Ebro. Porque Casa Martana es eso, un bar de barrio, gobernado por la sencillez y los precios populares, pero distinguido por una oferta con ese nosequé de toda la vida que escapa de lo cotidiano.
Pizarras y carteles pintados a mano advierten de la posibilidad de comer «bocatines» de bacalao, tomate y piquillo; caballa de Motril; arenque con pipirrana y mostaza; salmón marinado con vinagreta de mostaza; bonito seco con salmorejo; jamón ibérico; cecina equina a la trufa; quesos artesanos de oveja y cabra; chorizo picante; mojama con almendras; sardina; guardias civiles… Y da gusto contemplar a la encargada distribuir unte e ingredientes principales en el pan tierno, crocante, recién calentado en el grill. Pulgas sabrosas que hacen caro al mismísimo 100 Montaditos. Con una calidad, y un cariño, muchísimo mayores. Casi todos los bocatitas cuestan 1,25 euros, y así hasta las franquicias low cost parece que abusan de nuestra candidez, nuestras prisas y nuestro bolsillo.
Casa Martana, con toda su austeridad y su llaneza, ubicada donde hasta bien poco estaba el bar Amozara, es, en suma, una de las tabernas que me gustaría tener en mi barrio.
(Igor Cubillo)
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Río Guatizalema, 2; 50003 Zaragoza (Aragón)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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