Antonio Anaut. Magdalenas atómicas
Hola titanes. Ahora que nadie come arándanos, apio y brócoli, no sé si alguien recordará la participación estelar de mi primo en campaña para fomentar las meriendas saludables. Y es que ya está bien de amasijos de monoglicéridos y diglicéridos de ácidos grasos, sorbitol, sorbato potásico, fosfato tricálcico y ácido láctico que la industria comercializa a precio de risa para hacer picar a los padres de las criaturas, obligados a hacer volteretas, saltos mortales, piruetas y más acrobacias de circo chino para cuadrar un presupuesto más menguado que mi cuerpo serrano.
Si no queremos ver nuestras calles convertidas en el desfile inaugural de las olimpiadas de sumo, hay que recuperar el bocadillo de jamón de york, chorizo y quesito, el de plátano con Nocilla (qué merendilla), y el de fuagrás con mortadela de aceituna. Viva el bocata guarro de toda la vida, reservemos el dulce para el desayuno. Y no cualquier dulce, claro, pues la retahíla de grasas, humectantes, conservadores, correctores de acidez y acidulantes del primer párrafo, más larga que una ristra (larga) de ajos de Las Pedroñeras, es el pan nuestro de cada día en el lineal de reporquería repostería del supermercado.
Pero no desesperéis, cual Michael Douglas en ‘Un día de furia’, pues hay vida, hay esperanza y, si se busca y rebusca, aún se encuentra algún producto que te la pone mirando a Talavera. No hace falta acudir a un convento de clausura al grito de ¡señoras y señores, en el culo tengo flores!, quedan cosillas potables en el hipermercado. ¿Por ejemplo? Los primorosos sobaos de Casa El Macho. ¿Más? Escalones más abajo, al fondo a mano derecha, las magdalenas que comercializa la empresa navarra Beripan S.L. bajo la marca Antonio Anaut. Son la bomba de neutrones y sólo contienen «los ingredientes de siempre»: harina de trigo, azúcar, huevo, aceite de girasol, sal, aroma de limón… y, ejem, los gasificantes de toda la vida (bicarbonato sódico, difosfato sódico, ácido cítrico). Esto, y el correspondiente plus de «ilusión y cariño», les permite destacar, en estiloso rojo y blanco, los mensajes «Sin lactosa», «Sin conservantes», «Sin leche», «Sin frutos secos»; y los sellos de Reyno Gourmet (marca creada por el Gobierno de Navarra que ampara productos agroalimentarios con certificación de calidad) y de la Asociación de Elaboradores de Alimentos Artesanos de Navarra.
Viva las magdalenas con fundamento, consistentes pero no apelmazadas; las que no dejan rastro de grasa en el paladar; las que incorporan aromas nada invasivos y/o artificiosos. Esas de campeonato que despacha Antonio Anaut, obrador desde 1939. con su gluten, su textura y su sabor. «Un producto como el que haría en su hogar», aseguran. Agárrate, Mariloli, que vienen curvas.
(Manuel de Jorge)
Guisandero, reportero dicharachero y camarero del Titanic. De pequeño me caí en la marmita de tinta de chipirón. Cuando meto tripa dicen que me parezco a Laura Gemser y me habrán visto dando la talla en la pantalla. Me dicen El Negro porque otros escriben mis textos; así le doy la vuelta a la tortilla (qué bien traído).
DISCLAIMER: todo me parece fetén, no me se alboroten productores y anunciantes. En mi sección, todo el monte es orgasmo.
Las Magdalenas http://www.antonioanaut.es/magdalena_anaut.php# de lo mejor que he probado, muy recomendables!!