Pista: La Yaya (San Mamés de Meruelo), un lugar a repetir
Restaurantes hay muchos, muchísimos, y cada vez es más necesario distinguirse para alcanzar el favor de la clientela. La Yaya lo consigue en la pequeña localidad de San Mamés de Meruelo, punto de paso entre las poblaciones de Beranga y Noja, tradicional destino vacacional cántabro; pronto se percibe que no es un restorán más, que no es un lugar cualquiera.
Está situado en una casa de piedra antigua, pero con toque moderno, encanto especial y un aura muy acogedor; el sitio en sí, con sus terrazas, enamora. He comido allí en más de una ocasión y en la última optamos por el menú degustación, consistente en cinco platos y postre. A saber: ensalada de huevas de salmón y diferentes pescados, coronada con una bola de helado de pimiento de piquillo brutal; lasaña de foie, piñones y compota (plato estrella de la casa, ganador de la Txapela de Oro en un certamen gastronómico celebrado en Bilbao); vieiras con ensalada de hongos; rape con jamón y salsa de marisco; solomillo con trufa blanca y compota de manzana; soufflé de helado de frambuesa con frutas exóticas y salsa de chocolate.
Desde el primer plato hasta el último, resultó un festín de sabores y combinaciones deliciosas que, sólo recordar, me estremece todavía. Si tuviera que elegir, me quedaría con la lasaña, pero el resto de los platos estuvieron al nivel de éste. Una pasada la elaboración y el amor que le echan a cada plato; mi paladar estuvo encantado. También con el vino, Camins del Priorat, una recomendación de la casa que estuvo a la altura de la comida.
El menú cuesta 38,50€, bodega aparte; teniendo en cuenta cómo se come, un lujazo de precio. Al final, la casa nos obsequió con un chupito de un ron riquísimo; no recuerdo su nombre, ni haber bebido uno tan bueno en mi vida.
A reseñar, también, el trato de cercanía y la atención de todo@s los camarer@s, que se aprecia en las vibraciones y la buena onda que transmite el local en sí. Y es que el buen rollo, acompañado de buen comida, te hace rozar el cielo.
Aparte del degustación, La Yaya ofrece gran variedad de platos y un menú de fin de semana que, si no recuerdo mal, ronda los 25€ (bodega incluida) y está para chuparse los dedos. Asimismo, dependiendo de la semana, elaboran menús degustación de diferentes países o temáticos. Sin ninguna duda, es un lugar a apuntar en «Sitios de volver a repetir». Y cuanto antes mejor.
(Igone Zilipurdi)
El patriarca de esta cosa. Considera que el acto de comer es uno de los placeres más enormes que nos ha procurado la existencia. Y a eso se aplica. Y a contarlo.
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