Auténtico salmorejo cordobés (Recetas para una cuarentena #40)
¿Qué hay más cordobés que el salmorejo? Sí, a la hora de identificar un territorio con determinadas referencias, sean físicas y abundantes como la arquitectura, o escasas e intangibles como el duende, juegan su papel un sinfín de elementos emocionales y racionales; y es cierto que en el armario de los tópicos y las tradiciones de Córdoba encontramos el sombrero, el rabo de toro, los patios, la filigrana y joya cordobesa… Pero permítanme que, dirigiendo LQCDM, me quede, además del pastel cordobés, con el salmorejo, esa prodigiosa crema fría. Y, si acaso, con un vaso de vargas (tinto de verano) y con el “medio” de vino (paradójicamente, un catavinos repleto hasta el mismo borde de fino montilla moriles), por aquello de dar también algún trago, y con las tabernas, para tener dónde comerlo. El salmorejo cordobés, pariente de la porra antequerana, de la coña de Adamuz, del salmorejo jarote, del canario y del manchego, del arranque roteño…
Toda muestra de respeto, cariño y entusiasmo está justificada cuando se trata de esa ensalada líquida cuyo origen hay quien lo fija en el Neolítico (anteayer, vamos), aunque son más los que remiten al S.XVII, coincidiendo con la aceptación del tomate como alimento, e Incluso alguno habla de finales del S.XIX, principios del S.XX.
Para elaborarlo en condiciones, mejor pasar por alto las indicaciones de la Cofradía del Santo Reproche y seguir las de la Cofradía Gastronómica del Salmorejo Cordobés, integrada en la Federación Andaluza de Cofradías Gastronómicas (FECOAN), la Federación de Española de Cofradías Enogastronómicas (FECOES) y el Consejo Europeo de Cofradías Gastronómicas (CEUCO). Así lo preparan estos defensores de su esencia, de su versión tradicional, para quienes el salmorejo cordobés de toda la vida de diosh únicamente incorpora tomate, pan, ajo, aceite de oliva virgen extra y sal. A modo de gustosa decoración, huevo picado y jamón serrano. A continuación os lo cuento.
INGREDIENTES (para 6 personas)
- 1 kg. de tomate
- 200 g. de pan de telera cordobés (en su defecto, pan de trigo blanco con mucha miga)
- 100 gr. de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- Una cucharadita de sal
A la hora de servirlo, es indispensable que el genuino salmorejo cordobés lleve pequeños trozos o virutas de jamón serrano y un huevo cocido picado. Sin embargo, son muchos quienes añaden otros productos, como pimiento, pepino, cebolla o zanahoria. Esto ya queda a tu elección.
AL LÍO
Lava bien los tomates y tritúralos con una batidora, hasta conseguir una consistencia líquida y, más o menos, uniforme. Si no te gustan las pepitas y los trozos de piel, puedes pasarlos por un colador.
Corta el pan en trozos y añádelos a la crema anterior, dejando que se impregne bien durante 10 minutos, aproximadamente; así, se ablandará y podrás triturarlo mejor.
A continuación, incorpora el diente de ajo pelado; puedes quitarle el corazón para evitar que ‘repita’, ya que se va a añadir crudo. Incorpora también el aceite y la sal.
Vuelve a triturar con la batidora, hasta que consigas que la crema quede espesa y homogénea. Si te queda muy líquida, puedes echar un poco más de pan y triturar de nuevo. Y es que la consistencia depende en gran medida del agua que contenga el tomate y de lo consistente que sea la miga de pan.
Prueba para ver si está bien de sal y corrige en caso necesario. Ahora ya puedes dejarlo enfriar en la nevera, durante una o dos horas, para que esté bien fresquito.
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
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