‘Gastronomía flamenco-punk’, un libro para ahora que el arte del disfrute aún no está prohibido
No soy yo de recetarios, pero éste lo he devorado con fruición y sin regurgitación. Quizá porque soy más de texto que de fotografías, y en ‘Gastronomía flamenco-punk’ (Yeray Ediciones) no hay una sola imagen, si pasamos por alto alguna sencilla ilustración. Quizá por su estética poco ortodoxa, por esa apariencia casi fanzinera. Quizá por la admiración que despierta su autora, Carmen K. Salmerón, uno de los primeros nombres que aprendí en la selva de la prensa musical especializada, un verso libre que supo estar en el lugar y a la hora adecuada para guionizar un programa flamenco (‘Algo más que flamenco’, en TVE) y un concurso de cocina (‘Entre platos anda el juego’, Tele5). Quizá, quizá, quizá.
El caso es que el suyo es un libro de recetas singular, nada academicista, que hunde su sumario en las raíces culinarias andaluzas y reivindica la gastronomía como disparo de libertad. La periodista pone en negro sobre blanco (y también en blanco sobre negro) el componente terapéutico y erótico del acto de cocinar, lo mismo sirviéndote de olla express que de una perola de barro, un almirez o el cuerpo de tu pareja. Para ello utiliza un lenguaje coloquial, informal y un tanto pícaro, con el que describe cómo preparar hasta una treintena de platos en los que otorga protagonismo a alcachofas, lombardas, acelgas, garbanzos y judías. Aunque también te cuenta cómo asar un cochinillo y cómo guisar rabo de toro al chocolate. Porque deja fluir su pasión flamenca (te comiste los pimientos y ahora te pican los labios, muérete de sentimiento), pero también aflora su vena punk.
En el trayecto asegura que a los ingredientes hay que escucharles, pues todos «hablan, cantan, chillan, ríen y alborotan». También sostiene que «las especias son las llaves que nos abren las puertas de estamos mentales alucinantes”. Y, de paso, desgrana propiedades nutricionales, en ocasiones se detiene en las medicinales, defiende el ajo morado español y la afrodisíaca cayena, y sentencia que la cocina es el laboratorio donde se gestionan los pensamientos y emociones. Y donde sobran televisiones y encaja la música, no en vano con cada preparación propone una armonía sonora, canciones de artistas como Lagartija Nick, Rosa Morena, Enrique Morente, Los Enemigos, Los Tigres del Norte, Los Coyotes, The Clash, Tomasito…
La alimentación, chaleco antibalas
En suma, ‘Gastronomía flamenco-punk’ es una invitación a gozar con vehemencia, aprovechando que el arte del disfrute aún no está prohibido. La alimentación se contempla como chaleco antibalas y, lejos de falsos elitismos, el recetario se centra en productos económicos, populares, en su mayoría sencillos de encontrar. Brillan las alusiones a Almería, tierra bendecida por el sol y ninguneada por la lluvia, “el sitio donde nació el taranto». Y reina un deseo omnipresente: salud, para disfrutar de la vida.
¡Encontrarás incluso consejos para quedarte embarazada y para dar esquinazo a la impotencia! Al fin y al cabo, como Antonio Arias, tal vez Carmen siembre las 196 páginas de señales para quien quiera verlas. Tal vez.
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Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Igor, qué requetebién escrito está ese texto. Tocas todas las vertientes del libro con un ritmo en la escritura tan particular, tan brillante, tan tuyo. Da gusto leerte siempre; hoy ha sido un placer mayor, puesto que no contaba con esta doble belleza de lo inesperado. ¡Qué orgullosa y qué honrada me siento, compañero!
Pd: ¡y qué chulas las fotucas del libro de la GFP en la playuki!
MERCI!!!