Restaurante Aki (Madrid). Para disfrutar la comida japonesa, con el estómago
Como gran aficionada a un restaurante japonés en Donostia sobre el que no opinaré (porque es ya como el salón de mi casa y parece que me paga cuando hablo sobre él), me aventuré a preguntarle a los dueños, oriundos de Tokio, dónde podía cenar en mi propia ciudad natal, o sea Madrid, en una próxima visita que tenía pensado hacer.
Tras mirarme aturdida y con cara de ni siquiera conocer la ciudad, la encargada me emplazó a un par de días más tarde, para poder preguntar a un cliente que solía ir mucho por trabajo y era fanático de la comida japonesa. Por fin llegó la recomendación y, una semana después, el viaje. Reservamos por teléfono en este lugar llamado Aki, con la advertencia de nuestro guru gastronómico de que no nos dejáramos llevar por la primera impresión. Pues la primera impresión, y la segunda, fue quedarnos parados en la puerta no dando crédito, mirarnos con risa nerviosa y decir: “¿y si cenamos aquí al lado, que he visto un bar de tapas con buena pinta?…”. Tras varios minutos de duda en la puerta, atónitos, nos aventuramos a entrar.
La sala no sé si se puede describir. Era una especie de taberna viejuna y fea, con sillas incomodísimas y mesas imposibles de casar con las sillas para no darte en las rodillas. Suelo de baldosa como el de la casa de mi abuela y baldosines setenteros en la pared. Pero al fondo vimos algo que nos convenció para quedarnos. Las cuatro mesas largas de la zona interior estaban repletas de japoneses.
Por fin llegó la carta (que el Chef Ramsay hubiera criticado porque tenía más de 10 páginas en el típico clasificador con fundas transparentes) y sus precios. La verdad que no podía entender esos precios en un lugar así. Hasta que empezamos a comer.
Primero apareció el aperitivo. Teniendo en cuenta que no había ningún fan del pepino y las algas entre nosotros, no triunfó mucho, pero ayudaba a preparar el paladar. Antes de terminarlo llegó el ansiado plato de degustación de sushi. Por supuesto, nuestra impaciencia se debía a todos los comentarios que habíamos leído en internet sobre el mejor corte de pescado jamás probado en España. La realidad fue que el pescado era muy bueno, pero no había tanta diferencia con el que hacían mis queridos chefs donostiarras.
Para diferenciar sabores marinos y campestres decidimos probar las gyozas, esas empanadillas rellenas de carne y verdura que se te derriten en la boca. Nuestra opinión iba cambiando a mejor con cada plato y casi llegamos a olvidar el horrible lugar y la falta de comodidad de su mobiliario. Para finalizar algo ligerito: un cocidito japonés con udon, pollo y verduras, y un plato de gyu teppanyaki (ternera y verduras) como diría aquel “que quitan el sentido”.
No podemos recomendar postres porque nunca usamos de eso. Qué le vamos a hacer, somos gente salada y el dulce nos garrapiña.
Resumen, un lugar con comida de calidad por un precio normal, para disfrutar con el estómago. Para disfrutar con la vista os hará falta más de una botella de vino japonés o jarra de sake.
Moraleja: nunca más volveré a dejarme llevar por la apariencias. mira que me lo decía mi madre.
(Jarvisey)
c/ Echegaray, 9; 2806 Madrid
91 429 58 06
Periodista de carrera, que no tanto de profesión, aunque sí de afición. Con el corazón partido por medio Europa, de manera caótica y descompensada. Defensora de causas perdidas, amante de los animales, soñadora empedernida y gastrónoma frustrada. Mis tardes de lluvia y manta las paso acompañada de buen cine. Obsesiones confesables: Allen, Kubrick, Ophüls, Catalina de Rusia, Bowie, Brel y Escandinavia. Inconfesables; el cine y la música de los 80, Truffaut, Gardel y los documentales de guerra. Absténganse aficionados a encuentros deportivos varios, cine de palomitas y hit parades. Soy esa rara avis que siempre cae mal en las primeras conversaciones. Qué le vamos a hacer.
Jarvisey, te tomamos la palabra. ¡todas las semanas! eso es gula 🙂
Un Manolito (Estrella Manolín) para Txubillo ya. Pero ya ya.
No lo había visto!!! Veo que tenéis muy buen gusto zuloko!… os emplazo a quedada japonesa donostiarra… total yo voy todas las semanas!
En este blog también hemos puesto por las nubes al Chubillo, siempre que vamos a Donosti caemos por ahí. Nos encanta la comida y la amabilidad y buen trato de su dueña nipona
http://loquecomadonmanuel.wordpress.com/2010/08/09/txubillo-esto-lo-tiene-que-conocer-cuchillo/
Iraide, el restaurante al que me refiero es el Txubillo, en el antiguo (San Sebastián) Escribí un post sobre ellos hace poco, por eso no quería resultar pesada. Este es su enlace en mi blog por si te interesa
http://placerdelagula.blogspot.com.es/2013/01/txubillo-el-vasco-japones-del-antiguo.html
un saludo!
¡Buena recomendación! Por cierto, me he quedado con la curiosidad de saber cuál es el restaurante japonés de Donostia. 🙂
Un saludo,
Iraide
Eres un hacha jarvisey siempre aciertas con los comentarios sobre todo gastronomicos y vas a terminar haciendo que me guste la comida japonesa por cómo lo cuentas
¡Bienvenido al mundo blog! Apunto la recomendación para cuando vaya a Madrid. 😉