Restaurante Lakua (Vitoria). Hacer el día por 7 euros
Estos orientales son listos. Tienen los ojos rasgados porque de toda la vida han fruncido mucho el ceño para pensar, inventar las brain stormings y las think factories. Tienen visión comercial. ¿Cómo llamarías a un restaurante chino ubicado en el barrio de Lakua, junto a la sede del Gobierno Vasco, asimismo llamada coloquialmente Lakua? Pues Restaurante Chino Lakua. Natural.
Los orientales tienen don de gentes. Es cierto que son en apariencia una comunidad hermética, pero caen bien, trabajan sin descanso y casi nunca falta una sonrisa dibujada en su rostro. Aquí nos las regalaba antes una joven risueña que atiendía las mesas junto a una señora seria y observadora, y un chaval despistado que se aturrulla y pide tiempo muerto si le pides postre y café al tiempo. Buen chaval.
Los orientales son cocineros más que apañados. Con algo de pasta, verduras, soja, trocitos de ternera, pollo, cerdo y gambas, y unas salsas viscosas que elaboran a base de fanta y veteasaberquemás, han inventado una cocina que ni es oriental, ni occidental, ni requiere una elaboración compleja… pero es diterente y engancha.
Vaya si engancha. Nosotros volvemos siempre que podemos a darnos un festín en este recogido comedor con un menú de 7 euros (tres platos, bebida y postre) que no defrauda, ni por sabores ni por cantidades. A no perderse, los fideos de arroz. Ligeros y sabrosos. Empiezas con un rollito de primavera nada grasiento y cierras con cualquier tercero que no contenga los plásticos que ellos llaman chipirones, y haces el día. Lastima que el menú ‘especial’, de 9 euros, presente pocas alternativas. ¡¡¡¡Y que te planten palillos torcidos!!!!
(no sabe comer con palillos torcidos Cuchillo)
Coronela Ibaibarriaga, 8; Vitoria-Gasteiz
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
No veo muchos comentarios aquí, lo que no deja de ser lógico. Pongo el mío porque soy cliente habitual del «Lakua» -que se llama así porque antes era un bar que se llamaba así-, y no tengo inconveniente en recomendarlo sin problemas. Podéis elegir cualquier planto de la carta, pero si os pedís unos «Tallarines a la tailandesa», un «Pollo al limón» o unas «Gambas agridulces» vuestro paladar quedará sorprendido. Y cito estos platos porque son mis predilectos, pero, como he dicho, podéis pedir desde los entremeses a las ensaladas, pasando por terneras, cerdo, pollo, pato y langostinos. No hay problema. Precios, por supuesto, moderados.
y si te descuidas te piden un autógrafo y te hacen la ola