Bienvenidos a Silver’s Tavern (Getxo)
«Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura de estos huesos carne y cabellos, por quien fueron presos los ojos que mirándola detuvo.
Aquí la rosa de la boca estuvo, marchita ya con tan helados besos; aquí los ojos, de esmeralda impresos, color que tantas almas entretuvo.
Aquí la estimativa, en quien tenía el principio de todo movimiento; aquí de las potencias la armonía.
¡Oh, hermosura mortal, cometa al viento! ¿En donde tan alta presunción vivía, desprecian los gusanos aposento?»
Uno entra a Silver’s Tavern, uno de los bares que constituyen la oferta hostelera del Puerto Deportivo de Getxo, ve las tres calaveras (tres) que dan la bienvenida al local, y le vienen a la mente esos versos de Félix Lope de Vega. Por algo el madrileño tiene una calle a su nombre en mi barrio…
En cuanto a la imagen, a ver, que uno ha hecho un cursillo online y podía haber sacado una foto requeteperfecta, pero preferí sacar una así como desenfocada, con bien de grano y movida, para dar la sensación de que me llevé un buen susto al ver una botella de Heineken en la recargada composición de reminiscencias corsarias, literarias (ah, el ser o no ser de Shakespeare…), etcétera. Si he transmitido algo parecido, guai. Si no, confesaré que, vale, efectivamente, saqué la foto a botepronto, camino del Gran Cabo Matxitxako, un bar que me gusta muuuuucho más, y quedó como quedó. Joer, la cosa es quejarse, al menos no salgo yo reflejado…
(Cuchillo, el más pirata de todos)
* Lo Que Coma Don Manuel destaca en la sección Bienvenidos aquellos ornatos, muñecos, carteles, dibujos y otras decoraciones singulares que, con cierta gracia, nos dan la bienvenida a restaurantes, bares, bistrós, tabernas, chigres, sidrerías, tascas y demás locales hosteleros que tanto nos gusta visitar *
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
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