Igeldo / Mariñela (San Sebastián). La burbuja donostiarra
Restaurante Igeldo, restaurante Mariñela; tanto monta, monta tanto. Ambos negocios comparten espacio en el puerto donostiarra, sus toldos conviven, uno junto al otro, en el mismo soportal, a la altura del número 15 del antiguo muelle de pescadores. Uno llama para reservar mesa al Mariñela, le sientan en el Igeldo, le alcanzan una carta del Mariñela y (tachán) el ticket lo encabeza el nombre «Rte. Igeldo Jatetxea». Es uno solo, vamos, y vive ajeno a la monumental crisis que azota al ciudadano peninsular desde hace, al menos, un lustro. La burbuja inmobiliaria ya estalló, afortunadamente, y ahora son los hosteleros quienes se las tienen que ingeniar para seguir ganando dinero pese a que éste escasea en los bolsillos de sus vecinos. La burbuja gastronómica también se desinfla y hasta los chefs más reputados diversifican y se embarcan en aventuras prêt-à-porter como gastrobares, despachos de tapas de autor, cursos y talleres…
El único lugar de este planeta ajeno a tal realidad parece ser San Sebastián, donde aún hoy es posible pagar 40€ por tres anillas de calamar rebozadas, un puñado de ensalada, una docena de sardinas y arroz con leche. El turista accidental y el flujo constante de franceses con renta per cápita superior mantienen intacta la burbuja donostiarra, donde siguen empeñados en cobrarnos por encima de sus calidades, y de sus capacidades. Y, dado que hace años que borramos las fronteras, parece que al ciudadano no le queda otra que resignarse al atropello.
¿Les parece una exageración el caso de las sardinas a 40€? Pues está basado en hechos reales, concretamente en una cena celebrada allí, en el restaurante Igeldo – Mariñela, a principios de agosto. Tres parejas pedimos una ración de calamares, cinco de ensalada mixta, seis docenas de sardinas, cinco postres y algo de beber, y la cuenta ascendió nada menos que a 240,90 euros. Aurrera mutilak, aurrera Gipuzkoa…
A ver, a mi plin, que soy de Bilbao, y a mi amigo Oier también (dejó 5€ de propina, aunque la factura ya incluía 7,04€ en concepto de «Servicio»), pero lo lamento por mis buenos amigos donostiarras, que tienen que andar sorteando bandoleros cada vez que les apetece descansar y comer fuera de casa. Además, las rabas estaban sosas sosísimas, pese a costar nada menos que 14,30€ (!!) la ración. El ensaladón, aunque cobraron 35,75€, no era ninguna maravilla, ningún ingrediente resultó sobresaliente. Y las sardinas, especialidad de la casa (así se señalaba en el envoltorio de las toallitas perfumadas), a 103,95€ las seis docenas (a robar a un camino, oigan…), se me antojaron muy pequeñas y corrientes; ni bien ni mal, sino todo lo contrario. Eso sí, pequeñas, totalmente contrarias al modelo de idoneidad que defienden expertos como José Carlos Capel, pluma de El País, quien las busca gruesas, grasientas e intensamente yodadas. Aquí, la piel acerada no actuaba de papillote, ninguna película de grasilla blanca cubría los lomos, ni había oportunidad de pringarse manos y barbilla.
La cuenta la redondearon cinco postres correctos (arroz con leche, flan y tarta de chocolate), a 6,60€ cada uno, y la bebida: dos botellines de San Miguel (6,05), dos botellas de sidra natural (12,65) y otras tantas de txakoli Gaintza, de Getaria él (28,15). Un abuso, en silla de cervecera.. Un timo, vamos. Eso sí, previsible; ya intuía yo que, por su situación, y tras oír su indicación de que llegáramos entre las 20:30 y las 21:00 horas, acudía a un local para guiris.
Ah, y la noche no había hecho más que empezar. El café solo lo tomé en la terraza de Reloj Berri, bar ubicado en el Boulevard, y me soplaron 2,40€ por el mismo. Esa burbuja, que no decaiga.
(no le sienta bien el anhídrido carbónico, a Igor Cubillo)
ver ubicación
Muelle, 15; 20003 Donostia – San Sebastián (Gipuzkoa)
943 421 897
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
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Estimado Lambroa,
permíteme que eluda el provincianismo y pase a aclarar la cuestión de los precios, pues en ningún momento he puesto en duda la amabilidad y la atención del servicio.
Cuando comemos sardinas, nos gusta comer una docena, por cabeza. En Igeldo solicitamos una ración para cada uno (seis en total), y resulta que cada una contenía únicamente ocho sardinas. Así, para poder comer la docena, tuvimos que solicitar otras tres raciones. De ahí que las seis docenas salgan al precio que señalo (103,95 euros), sin exagerar ni mentir. Sólo hay que multiplicar nueve por 11,55 euros (precio unitario de cada ración). Espero haber aclarado tus dudas.
Aprovecho para señalar que los precios de la carta, a los cuales, aludes, se indican sin IVA, lo cual es ilegal.
Un saludo.
Perdona Oscar
Urko & Lambroa… que el post, el artículo, lo ha hecho mi hermano pequeño Igor, yo sólo he comentado ateniéndome a sus líneas. Salud
kaixo oscar!!
Yo he comido un monton de veces en ese establecimiento, y la verdad es que los camareros y en general todos los del estabecimiento son muy agradables y atentos,y se como muy bien y el precio lo tienes en la carta y q no han robado ni timado a nadie.
Yo es un restaurante q lo recomiendo, en un sitio privilegiado de donosti con vistas a la playa de la concha y ese olor a sardinas q te animan a sentarte,un sitio precioso.
Tu has dicho q eras de Bilbao verdad, igual has inflado un poco los precios, ya sabeis los de Bilbao siempre a lo grande.
Kaixo Oscar !
Después de haber leído tu articulo , me entro la curiosidad …y fuimos ayer en este establecimiento ( Bar igeldo ) con 5 amigos y efectivamente nos dieron la carta del restaurante Mariñela y como tu bien dices ..el restaurante estaba lleno de franceses… entre otros australianos , y hasta nueva zelandeses …
Nos recibieron muy amablemente y al tomar la comanda
pedimos exactamente lo mismo que vosotros
es decir
una ración de calamares
cinco ensaladas mixtas
cinco raciones de sardinas
cinco postres
y para beber
2 de txakoli
2 de sidra
y cinco postres …
el total de la cuenta fue :
127.30 euros
todo incluido ya que el camarero nos aconsejo que tomásemos el menú Mariñela en el cual estaba incluido el postre la bebida y el servicio —
Así que …..
Nos llevamos una muy buena experiencia ….
Pues la verdad que yo si he comido en este sitio, rondo mucho por donosti y la verdad que la comida siempre ha sido exquisita. Siempre que paso por el lugar esta lleno y la gente es muy amable. Si alguna vez algo no ha salido algo como me lo esperaba me lo han cambiado al instante y sin rechistar. Las raciones son buenas y de calidad. Sobre los precios… estan bien marcados en la carta y si uno no puedo permitirselo pues mejor que no entre.
Pero para gustos hay colores.
Menos mal que amortizamos los 2,40 € del café comiéndonos los helados de la heladería boulevard sentados en la terraza. Trayendo comida de fuera, transgrediendo las leyes del buen consumidor! Eso si, tamaño pequeño que somos de Bilbao pero de las afueras…
Qué cachondo, Urko.
Abrazo grande.
Pues a mi lo que me ha llegado al alma son los 12,65 por dos botellas de sidra. Hoy en el lagar el Quesu la sinpar sidra orizon a 2,50 y en mesa buena y mantel de hilo. El sábado en el Nido de Robin la bastante buena El Gobernador a 2,10 y, bonus track el jueves en el Rincón del Pulpo la bastante decente Trabanco a 1,60. Las comparaciones son odiosas
A ver si he entendido bien lo que he leído en este buen texto. Si un restorán es un garito, con sillas de tijera y tal, deberían cobrar en proporción. ¿No tenía la carta a la vista? Comparas precio y local, y te vas. Pagar 40 euros por persona en un garito de esa pinta, por mucho que sea San Sebastián, es un dispendio de libro. Yo no acostumbro a dejar propina, y si encima te cobran por el servicio, Oier fue un manirroto. Si pides cinco ensaladas mixtas, no te pueden traer una enorme como la de la foto y tener que dividirla y prepararla tú; eso es para echarla atrás y pedirles por favor que sirvan a cada uno lo suyo, que no comemos de un mismo plato por razones higiénicas, aunque seamos de confianza y de hábitos saludables. A casi 18 euros la ración de sardinilla enana, sí, es un asalto, dejando aparte de que esta del verano es la época de las sardinas óptimas y deberían haber estado mejor las vuestras. A 6,60 un flan de postre en un garito de semejante jaez, es un robo a la puta cara; con tres lereles va de sobra, y más de cuatro debería ser delito. En fin… qué útil es Don Manuel para conocer locales a los que no ir, a los que evitar. Salud.
Y, eso qué es la segunda generación. Ya verás cuando llegue la tercera. (más bocas a mantener)
La última vez que estuve en San Sebastian, hace 2 años, comí en el Club de Tenis, aproximadamente 12 Euros, incluído el aire acondicionado. Por lo que se ve, no me cobraron el paisaje.
Subí a Igeldo a tomar un par de copas, y salí con la sensación, de que había comido ahí.(me cobraron paisaje y jardineros.)
Leyendo tu comentario, ya me has quitado las ganas de volver, por lo menos, en otros dos años.
Muchas Gracias por el aviso. Como bien dices,a robar a un camino, y no al BAR CENAS
Getxo a 26 de Agosto de 2013 Un saludo Jonander