El gallego Carlos Gulín Cid lleva la cocina de mercado un paso adelante en este restaurante plantado a los pies del Anboto. Pone mimo, pasión, conocimiento y buen género en cada plato; él es el gran tapado del valle de Atxondo.
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(+24 rating, 6 votes)Cargando... Tú puedes regentar un restaurante en el suburbio más decadente del mundo mundial y encargar a un amigo pintor que dibuje en su comedor una estampa de Hawaii, o Bombay, para evocar ese lejano viaje de novios y martirizar a los comensales con el repertorio de José María Cano. – ¿Se le ha indigestado la comida, señor? – … – Oh, lo lamento, no entiendo qué ha podido suceder, todo nuestro género es fresquísimo. Probaré a cambiar la música… También puedes encargar a los amigos de tu sobrino chandalista que destrocen el caserío familiar con aerosoles, como si fuera un viejo tren abandonado en vía muerta. O recrear la silueta de una refinería en el chiringuito de una paradisíaca isla. La lista de posibles despropósitos, el abanico de atentados paisajísticos, es inmenso. Por tanto, los regentes del restaurante Buenos Aires, ubicado en un paraje tan emblemático como el Parque Natural de Urkiola, se la jugaron al embadurnar su fachada. Y parece que acertaron con la enorme imagen que advierte de la existencia de una casa de comidas, tras sus puertas y ventanas, al tiempo que da la bienvenida a la clientela. El edificio se levanta a un paso del santuario de los Santos Antonios, dedicado a San Antonio Abad y a San Antonio de Padua, en el cambio de rasante del alto de Urkiola, entre los montes del Duranguesado (Anboto, Alluitz, Mugarra, Udalaitz…). Así, el excursionista retratado, que escudriña el horizonte de ‘la pequeña Suiza’, esas cimas, las sierras de Aramotz y Arangio, su fauna, puede gustar más o menos, pero es un ejercicio de contextualización que no cae de bruces en el bucolismo más explícito. (Igor Cubillo) web del Parque Natural de Urkiola * Lo Que Coma Don Manuel destaca en la sección Bienvenidos aquellos ornatos, muñecos, carteles, dibujos y otras decoraciones singulares que, con cierta gracia, nos dan la bienvenida a restaurantes, bares, bistrós, tabernas, chigres, sidrerías, tascas y demás locales hosteleros que tanto nos gusta visitar *...
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