Bar Txiki (Portugalete). Setas y sidras
Hoy voy a pasar el día en Bilbao. El Gran Dakari va a hacernos testigos de su particular recreación de la multiplicación de los panes y los peces. Pero si fuese a Portugalete, como ayer, a buen seguro empezaría la ronda en el bar Txiki, en los soportales del ayuntamiento, junto al quiosco de la música, al Gran Hotel y la ría. Fijaría la vista en la estructura del Puente Colgante, respiraría hondo el frescor que llega de El Abra, ahora que asoma la primavera, y saborearía mi sidra y mi pintxo de seta.
Somos humanos, animales de costumbres, y ponemos en práctica eso de allá donde fueres, haz lo que vieres. Y en el Txiki lo suyo es beber su sidra de grifo, una golosina liquida servida en añeja copa de fiesta, quizá demasiado dulce, pero llena de evocaciones para los portugalujos y para quienes siempre hemos apreciado la margen izquierda. Para acompañarla, nada mejor que la seta sobre lonchita de jamón y pan, cubierta de fino refrito de ajo y perejil. Otro delicioso monumento a la sencillez.
(cuchillo)
Plaza del Solar, 5; 48920 Portugalete (Bizkaia)
94 496 11 20
Es el pequeño de los Cubillo Brothers. Nació en 1991, en el mismo Bilbao, es más de salado que de dulce y acostumbra a disociar, con lo cual cambia de apariencia física con frecuencia. Como Robert de Niro antes de rodar Toro Salvaje, pero a lo tonto, por la cara. Él es más de toro tataki. Aprendió pronto que Dow Jones no es un cantante, le incomoda la fama de criticón, pues siempre ha sentido simpatía por el débil, y una máxima guía su proceder: «más vale que zozobre, que no que zofarte…». Católico practicante, que no celebrante, en su bautizo el párroco ofició vestido de Elvis, cantó himnos y salmos, y entonó el ‘Burning Love’. Vio la luz el día que se fotografió con Ferran Adrià y el de L’Hospitalet de Llobregat le puso una mano sobre el hombro al tiempo que decía: «Cuchillo, la gastronomía es el nuevo rock and roll». Amén.
Sitio encantador, buenísimos productos, todo de categoría, el personal es muy atento. Buen sitio
Otro clásico del Txiki no menos recomendable es su pintxo de Bakalao fresco marinado, y respecto al dulzor de la sidra, yo creo que es deliberado, para contrarrestar en alguna medida el terrible, aunque delicioso, aroma a ajo que se te queda en la boca después de la degustación.
El Txiki tiene además unos días y unas horas muy especiales. Mi favorita sin duda es la del vermout en las mañanas primaverales de domingo, sobre todo si están amenizadas por la fantástica banda municipal de Portugalete. Unas sidras con setas al son de alguno de los clásicos de bandas sonoras originales que suelen interpretar es una experiencia que te hace desear que todos los días sean domingo.