La Comidilla de San Lorenzo (Burgos)
Euskadi tiene fama mundial por los pintxos y por el elevado precio de esas muestras de cocina en miniatura que muchas veces son un primor y en ocasiones una nadería. No obstante, Castilla y León tiene gran reputación por las tapas, por el convite que acompaña a las consumiciones que, por añadidura, en la mayoría de los casos son también más baratas que en el País Vasco. Para algunos, ése es un reclamo más interesante que todas las piedras de sus muchos castillos. No obstante, el bilbaíno tiene merecida fama de desprendido y manirroto, por lo que a nadie debe extrañar que en nuestra reciente escala burgalesa nos dedicáramos a pagar pinchos, como si estuviéramos en Donostia.
En esas estábamos cuando fuimos a parar, aún en posición vertical, a La Comidilla de San Lorenzo (Arco del Pilar, 2; 09003 Burgos; 947 25 04 23), bar que exhibe cierta modernidad burgalesa y aspira al título de campeón de Castilla de la Tapa Elaborada. A precio ciertamente de campeonato, todo sea de paso. Y lo cierto es que en su carrera hacia el título esta vez quedó eliminado en primera ronda. Al margen de que tuvieran agotadas buena parte de las referencias de vinos que mostraban sus pizarras (nosotros tomamos Parallèle 45, Côtes du Rhône, Francia; garnacha y syrah), resultó que la pequeña tosta de solomillo de cerdo y roquefort (1,50) apenas superaba el aprobado, el «no está mal». La mini hamburguesa (2,50) era más mini que hamburguesa, con sólo una hojita de canónigo y cebolla que podían haber comprado en Ikea sobre un minúsculo trozo de carne; oigan, que por 2,50 ya podían dar más cantidad y calidad. Y la piruleta de lechazo (1,90) no sólo era mini, sino que iba acompañada de unas poco sugerentes patatas congeladas.
Vaya chasco, con lo que habíamos disfrutado la morcilla y la cecina en El Veintidos de la calle La Paloma, y el amplio surtido de tapas que sirven con la bebida en Taberna Depintxos por sólo 1,80 euros todo ello, bebida y pintxo: arroces, cojonudos, huevos rotos con patatas paja y jamón (Tío Lucio), chopitos… Por no hablar de la caña + nécora (2,50) del Gaona y de las atómicas gildas (aceituna, navaja, mejillón, aceituna, anchoa y pepinillo) de una tasca que lucía tras el mostrador una bufanda de Julen Guerrero y más merchandising ajado del Athletic Club. Eup!
Por calidad, precio e incluso originalidad (¡¡piparrak sin piparrak!!), volveremos antes a cualquiera de ellos. Aunque en La Comidilla de San Lorenzo la caña cueste sólo 1,20 euros.
(Cuchillo)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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