Los mejores marianitos preparados de Bilbao. Una visión subjetiva

Publicado por dicky del hoyo en Bilbao, Bizkaia, Destacado, Euskadi | 5 comentarios

Los tiempos están cambiando. Antes el vermut era ese tiempo dominical y viejuno en el que las parejas salían de casa, como de extra, para hacer un exceso burgués y fino. Ahora el marianito preparado se está extendiendo como una mancha de aceite por bares y coctelerías. Y si me preguntan cuándo es el momento marianito y su etiqueta, yo diré que siempre que el cuerpo lo pida. Es una bebida fácil, que casa muy bien con el pintxo y las rabas y, que no requiere de un estómago de acero para soportar sus efectos.

En Bilbao y sus aledaños se preparan muy buenos cócteles de vermut y prueba de ello es que, recientemente, un grupo de blogueros iniciamos la ruta y casi no la terminamos por las potentes influencias alcohólicas de la ingesta. Desde aquí saludo para todos y todas: Photolari y, last but not least, Blacky, que se incorporó a los postres.

Iniciamos la ruta por el Urdiña. En el antiguo que, a la hora de actualizar esta entrada está completamente renovado. Sirven desde una de las mejores barras del pincho clásico de la Plaza Nueva. Allí sus simpáticos camareros sirven un marianito preparado con un toque amargo como la vida, pero que convence y despierta. Además, de marianito tiene sólo el nombre, porque lo sirven en grandes proporciones y en copa helada. No les importa contar su secreto porque en las ignotas cantidades está la clave: Campari, angostura,Tanqueray y Carpano (un vermú italiano).

Muy cerca, en la calle del Perro, Txakur kalea 4 para los amigos, está el pequeño bar casta llamado Txakurto. La ingesta fue rápida , pero quizás la cosa era que ya habíamos cogido carrerilla y la cosa entraba mejor (con perdón).

Y cerca, en el 10 de Barrencalle, está el mítico Ander Etxea. Es una de las paradas imperdibles del Casco Viejo. Allí los domingos, además de un puesto de quisquillas en la puerta, está toda la intelligentsia. De tan oldie se ha convertido en hipster, y los de siempre tenemos que ver, con ironía,  desplazados y desubicados, cómo los modennos de allende acuden a por el marianito, a por un vaso que siempre llenan hasta el carel, con el twist  final de naranja. Una copa que invariablemente es derramada al intentar dar el primer sorbo. Consejo: el primer trago, salvo para aquellos que tengan  pulso de cirujano, se toma con la copa apoyada en la barra. Y con aceitunas para bajar y que no falte.

Si queremos irnos del Casco Viejo y tontear por la zona idem de Bilbao, hay que ir a la Plaza Campuzano 3 un domingo por la mañana. Si usted es turista, allí verá a indígenas bilbainos de otra especie, raros, estirados ellos, con jersey sobre los hombros y pelo pa’trás; pero, eso sí, auténticos. Y podrá degustar unos marianitos diferentes, con bastante toque a Campari y con vaso helado. La croqueta caliente y el sorbito frío combinan muy bien. Este bar pequeño tiene una hermosa barra de pinchos entre los que destaco el de gamba y huevo cocido, tersa la gamba, sabroso el huevo, gran mayonesa y, si hay suerte, se puede coincidir con la salida de unos pequeños bocadillos de tortilla de patata recién hecha. Una tortilla excepcional, con el huevo sin cuajar, la patata bien cocida y sabrosa hasta el delirio. En nuestras últimas incursiones han innovado, bien, con la novedad del pincho de kokotxas de bacalao en salsa verde. Un punto a su favor.

Y, como bola extra, en la nueva zona noble de la hostelería de Bilbao, en el número 1 la calle Ercilla están mis amigos de La Roca. Una hermosa barra de pinchos que se completa a la hora del vermú con sus preparados. Ofician allí como bartenders gente de mucho mérito, con muchos años de oficio y muchos premios , por lo que el momento premiun, si se pide marianito, está más que asegurado.

como esto es un work in progress, les animo a que sugieran su sitio preferido de marianitos preparados. Les aseguro que, por el bien de la Humanidad, haremos un esfuerzo e iremos a probarlos para luego contarlo.