Singular Food (Irún). El plan informal de Iñigo Lavado
Iñigo Lavado es de los pocos cocineros que cuentan con cierta visibilidad y salvan, mínimamente, el tapón generacional impuesto en Gipuzkoa por los omnipresentes Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Pedro Subijana y compañía. Se le puede ver en congresos y desde 2005 comanda en Irún, en Ficoba, casi en la misma línea fronteriza con Francia, un restaurante con buena prensa donde los menús cuestan entre 36,60 y 52,80 euros. Precio ajustado para propuestas como milhojas de foie y manzana caramelizado con reducción de módena; merluza asada al horno sobre cama de nécora y salsa kaizarra; chuleta a la parrilla con patata rota al aceite de oliva y rúcula; y paquetito de plátano y vainilla con helado de limón.
No obstante, son malos tiempos para la lírica y muchos nos tenemos que contentar con comer en Singular Food, la alternativa económica ideada por el chef irunés y ubicada justo debajo de su restaurante principal. Platos singulares. Para todos. Para llevar. Para los peques. Sano y divertido. Sabroso. Divertido. Naturalmente bueno. Elaborado… Estos son algunos de los mensajes plasmados en las paredes de ese otro restorán, donde capazos y bolsos coloristas de Elpatitofeo Design, expuestos en percheros, paredes y estantes, contribuyen a configurar un espacio muy informal.
Las servilletas son de papel y, como en McDonald’s, hay que hacer cola para comunicar a una señorita tu elección, una vez escrutada una carta dividida en cuatro apartados, con precios fijos: Ensaladas, sopas y cremas (6,90 euros); Pastas, arroces y huevos (9); Pescados y carnes (9); y Postres (4). Allí figuran tentaciones como el cocido de garbanzos con ternera; las verduras a la parrilla con crema de coliflor; los chipirones a la plancha con piperrada y tinta; y el soufflé de chocolate con almendras y nueces. «Alta cocina para todos los bolsillos», la promocionan, no con poco ringorrango.
Lo habitual es optar por la opción Menú, que permite escoger libremente dos platos y postre, entre las 34 propuestas de esa misma carta. El precio, 13,90 euros, de martes a viernes, a mediodía; 19,90 euros, de viernes noche a domingo mediodía, así como festivos. La fórmula incluye agua, pero no pan, que se despacha a un euro el bollo. Un detalle un tanto feo, a mi entender.
El apartado de bebidas se completa con una cámara que, cerca de la caja, mantiene a su temperatura una selección de sidra, cervezas, refrescos y caldos amparados por la Selección del Sumiller de Makro, como Cvne crianza (16 euros) y albariño Pazo Señorans (14 euros).
En cuanto a la comido, yo como más he disfrutado el cous-cous ha sido en versión street food, en las calles de Rochefort, pero me encanta la receta de Singular Food. El plato llega al comensal con tierna carne guisada sepultada bajo una montaña de semola suelta, salpicada con trozos de tomate y cebolla (demasiado picante en mi última visita), y coronada por un manto de guacamole. Preparación gustosa y contundente, servida además en cantidad generosa, por lo que puede hacer las veces de plato único, si se está inapetente.
También es rico el rodaballo a la parrilla. Me sirvieron un trozo no excesivamente grande (me tocó la ‘oreja’), pero bien preparado, acompañado de rúcula, tomate cherry en dos mitades y patata rota, un puré que armonizaba rebién. Menos gracia me hizo, eso sí, el secreto ibérico, emplatado con trigueros, cherrys y más patata rota; un tanto tiesa la carne.
Y la torrija caramelizada con su helado, una debilidad personal, tiene días; la he comido más bien seca, y también jugosa, buena y en porción generosa. Lo que no acostumbro es a tomar café, pues normalmente acudo con prisa y, además, se lo tiene que preparar uno mismo en la máquina de rigor, instalada por La Brasileña. Y pagar un euro por el mismo, claro.
A todo esto, Singular Food sirve comida para llevar y, los fines de semana, tiene un espacio de recreo gratuito para los peques, quienes cuentan, a su vez, con un reducido menú específico a 7 euros. Gratis total, por otra parte, los sábados noche.
«Equivale a sentirte como en Zara, encargar la comanda estilo Ikea, evitando colas en la caja, y disfrutar igual que en un restaurante de cierto nivel”, ha manifestado Iñigo Lavado, a modo de declaración de intenciones. Así, no es un lugar al que llevar a esa chica a la que quieres conquistar, impresionándola, pero sí una opción interesante cuando el tiempo apremia o se va con niños, quienes cuentan junto al comedor, convenientemente separado, con el referido txiki park. Anda, ¡como en McDonald’s!
(Igor Cubillo)
Avenida Iparralde, 43; Recinto ferial Ficoba; 20302 Irún (Gipuzkoa)
943 639 639
Parece que Iñigo Lavado, cocinero formado en la escuela de Luis Irizar y curtido en las cocinas de El Bulli, Akelarre y Kukuarri, entre otros restaurantes, ha acertado con la fórmula informal implantada en el Singular Food de Irún. Parece, pues regenta otro restorán igual, de idéntico nombre y funcionamiento, en Madrid. Su dirección: San Rafael, 2; Polígono Industrial Alcobendas; 28108 Alcobendas. Sí, junto al Makro. Su teléfono: 91 661 91 08.
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
El restaurante de Irun no lo conozco, pero el de Alcobendas el trato y la falta de profesionalidad de los camareros, y en concreto de uno que lleva unas medallas por fuera de la camisa que parece sacado de un mercadillo es pesimo.
Lentos, maleducados, contestones, en fin una pena.