Patxiku Enea (Lezo). Pasión y destreza frente a la brasa
Uno siempre anhela tener un lugar de referencia, un templo gastronómico (prácticamente) infalible donde tiene la garantía de que va a disfrutar y a quedar como un señor si se sienta a su mesa con invitados, Modo anfitrión On. Una chuleta sangrante y fantabulosa siempre deja un recuerdo imborrable en el hipocampo, al satisfacer nuestro innato instinto carnívoro y al tratarse, como se trata, de una suerte gastronómica sometida a los vaivenes de la irregularidad. Y qué decir de ese pescado sabroso e inolvidable que no se cansa uno de evocar y recomendar. Pues bien, en mi cuaderno de recomendaciones culinarias, apartado Oriente de Gipuzkoa, esas tres anotaciones (infalibilidad, besugo memorable y carne de notable alto) coincidían en una casilla, la del Patxiku Enea. Tenía que ir, fui en buena compañía y salí satisfecho, y más que satisfecho.
Aitor Manterola es el responsable de que allí se coma tan bien. «¿Llevas mucho tiempo aquí?», le pregunté a botepronto, cuando se acercó a nuestra mesa, en el rústico comedor. «Nací aquí», respondió sin titubeo el cocinero. «Estamos en el establo. Y detrás de esa pared -otro refectorio- estaban las gallinas», rememoró. Y ése fue el uso del espacio hasta que su abuelo decidió dejar las vacas, «porque dan leche, pero no dinero».
Así es que ese caserío construido hace más de 200 años en la falda del monte Jaizkibel, con paredes de piedra y vigas y columnas de madera, se convirtió en 1973 en un asador de referencia donde mandan producto, estacionalidad y tradición. Donde se come rebién, se paga en consecuencia, los precios se indican con impuestos incluidos (como tiene que ser) y los vinos están a muy buen precio. Sirva de ejemplo el Carmelo Rodero (tempranillo y cabernet sauvignon), notable crianza de Ribera del Duero (concretamente de Pedrosa de Duero, Burgos), que degustamos por 25€, cuando en el supermercado lo vi esa misma semana a 18,50€. Apenas se cargan los caldos, algo muy loable que predispone a disfrutar plenamente de la comida, y vaya si se disfruta.
Yo empecé a hacerlo con el sencillo aperitivo (anchoa con vinagreta de tomate y aceite de perejil) y unos langostinos de Ibarra, unas finísimas guindillas que, fritas, son mejor que muchísimos pimientos. Es un hecho. A continuación probé sus croquetas de hongos y de jamón, gruesas y correctas. No estaba nada mal el pulpo a la parrilla (18,50€), pero la cosa se puso realmente seria con las nécoras; el marisco no ocupa un lugar destacado en su carta -apenas figuran sopa y langostinos-, pero comí dos y gocé.
También recogió elogios el besugo (70€/kg.), sutil y sabroso, con su refrito. Y la chuleta (46€/kg.), muchas veces una lotería donde comensal y cocinero se la juegan en función de la pieza, el corte, la maduración, el atemperado y la brasa, no decepcionó. No en vano, ostenta el título de vencedora en el V Concurso Nacional de Parrilla. Así, Manterola demostró ese día desenvoltura con la verdura, el marisco, el pescado y la carne, dejó constancia de que es un cocinero polivalente, ligado a la tradición y el buen producto, que se maneja con pasión y destreza frente a las brasas. ¿Complicado? Según. María Olaizola, familiar suya, decía que «es muy fácil, sólo tienes que saber».
Patxiku Enea es de los restaurantes que tienen bien ganada su fama de regularidad, de mantenerse en un nivel alto, por lo que no es una bala en la recámara, sino una estupenda opción A. Y lo mejor de todo es que se antoja un lugar idóneo para cualquier tipo de encuentro, sea familiar, amistoso, furtivo, de negocios… Es un asador al que, sin duda, invitaría a comer a mis padres, y ése es un infalible indicativo de calidad, convendrán
(Igor Cubillo)
web de Patxiku Enea
Camino de Gaintxurizketa, Herrikoetxea kalea; 20100 Lezo (Gipuzkoa)
943 52 75 45
info@patxiku-enea.com
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Pero que bien escribes!
Y que rico se ve todo ….. Tendré que ir!?