Ipar Itsaso (Urrunaga). El marisco, lujo asequible
«Bienvenidos al lujo asequible». Esto proclama en su cristalera una peluquería de señoras que, en mi barrio, ofrece tinte por 14€, corte de pelo por 11€, y lavar y marcar por sólo 9€. «La belleza es una dote universal que no debe entender de clases o poder adquisitivo, por eso queremos que todo el mundo pueda acceder al mejor cuidado para su cabello. Calidad en el servicio, productos de primera línea y amabilidad en un entorno agradable», promete sobre el vidrio un inspirado publicista. Reparé en su prosa el pasado viernes, durante un paseo vespertino, pero, claro, yo veo la vida con ojos de cocinero, como Juan Mari Arzak, y realmente leí: «El marisco es una dote universal que no debe entender de clases o poder adquisitivo, por eso queremos que todo el mundo pueda acceder al mejor». Y rápidamente pensé en Ipar Itsaso, una marisquería alavesa donde consumir nuestros pescados, crustáceos y moluscos preferidos no conlleva un castigo económico.
Efectivamente, este negocio ubicado junto al embalse de Urrunaga, a pocos kilómetros de Vitoria-Gasteiz, puesto en marcha hace más de 25 años por una familia que contaba con varias pescaderías, podría grabar también en su fachada eso de bienvenidos al lujo asequible. Con el atractivo añadido de que escoges personalmente lo que deseas, y compruebas su calidad, antes de que te lo preparen en cocina. La visita a Ipar Itsaso (Ipar-Itxaso, con equis, en el ticket de compra) se desarrolla en cuatro etapas: primero adquieres el género, a precio atractivo, en un mostrador-expositor como el de la pescadería; luego se lo das directamente al cocinero, a quien explicas el orden, la preparación y el punto deseado; a continuación te surtes de bebida en una barra próxima; y finalmente te acomodas en una de las mesas de su gran comedor. Empieza lo bueno.
Los fines de semana el lugar debe estar de bote en bote, y uno tiene que levantarse a recoger la comida preparada cuando le avisan, como en una cervecera al uso. Pero entre semana le atienden los propios camareros de la casa, más desahogados. Durante mi última visita, rodeado por clientela talludita y motorizada, pues el vehículo particular es imprescindible para llegar hasta allí, lo primero que trajeron a mi mesa fueron unos percebes templados, recién cocidos, que despachaban a 40,65€/kg. Hay a quien le pirran las yodadas ostras, pero yo siempre he valorado al crustáceo cirrópodo (no a la persona torpe o ignorante) como contenedor de la esencia marina. Estos estaban bien, ni extraordinarios ni repudiables, sin tacha, y el precio se antoja excelente.
Luego se sirvieron las almejas (37,45€/kg) que solicitamos a la plancha, mejor que en salsa. No eran muy grandes, pero sí estaban preparadas con acierto; el caldo dejaba notar la intervención de vino blanco en su elaboración, resultando un complemento de agradable gusto, exento de acidez, que realzaba con tino el sabor del bivalvo. Notable. También estaba riquísimo el besugo, piezas de apenas un kilogramo de peso (adecuadas para dos comensales), sabrosas, jugosas y con atinado aliño, refrito y guindilla seca. Un cierre estupendo. A 39,80€/kg el pez teleósteo (no la persona torpe o necia), vaya precio sin competencia.
Sencilla, popular y populosa, así es esta marisquería donde en su día, tierra adentro, disfruté una buena cigala a la plancha (ahora ronda los 60€/kg), y en esta ocasión, junto a cigalas, bígaros, carabineros, rapes y navajas, se ofrecían enormes bueyes de mar a 17€/kg. La sopa de pescado se emplataba a 6€, la ración, y se anunciaban vivos bogavante (49,80€/kg), langosta (97,95€/kg) y nécora (28,65€/kg) para plancha. Tampoco faltaban carnes (chuletón a 38,50€/kg y solomillo a 48€/kg), pero se hace extraño solicitarlas en un local así, ¿no creen?
Con la compañía idónea, en Ipar Itsaso se goza por partida doble. Y es que uno siempre desea comer bien, pero hacerlo por 300€ el cubierto se presupone; el placer se duplica realmente cuando, además, el precio se nos antoja ajustado e incluso ventajoso para nuestros intereses, viendo las cartas de los alrededores. Esto sucede aquí, donde es posible jamar percebes, almejas y besugo, todo regado con buen godello (Casal Novo, D.O. Valdeorras), y sacar pecho ante los amigos, atónitos. «Buah, qué bueno, habréis pagado 70 ó 80€, por cabeza, por lo menos», te dirán. Tú mantendrás la mirada fija, sonreirás de medio lado y dirás con orgullo y satisfacción, «35€, listopán». ¿Les he hablado ya del lujo asequible?
(Igor Cubillo)
Kurrua, 1; 01510 Urrunaga (Álava – Araba)
945 46 67 85 / 945 46 57 55
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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