Republic Denia (Dénia). Vistas, desenfado y punto internacional
En Dénia abundan los menús del día que, en torno a los 15-16 euros, ofrecen la posibilidad de comer dos o tres entrantes, arroz y postre (bebida no incluida, normalmente). Pese a su privilegiada localización, los restaurantes del puerto deportivo no son una excepción y ofrecen menús convenidos a un precio similar. De hecho, allí se encuentran los más valorados por la visitantes de páginas como Tripadvisor, que no dudan a la hora de primar la referida localización sobre la calidad de la oferta gastronómica. Yo me guié por las opiniones del portal referido y escogí entre El Bravo, Sharme y Republic. Este último fue el que me convenció con una propuesta consistente en ensalada, pescado, carne y postre, a cambio de 16,50 euros. Terminé satisfecho, la verdad.
Con tiempo agradable, comer en su terraza elevada en todo un aliciente. Desde allí oteas el mar, las embarcaciones del puerto deportivo, ves entrar y salir los buques de la compañía Balearia (que unen Dénia con las islas), adivinas el perfil de la capital de Marina Alta, coronado por su castillo diseñado en época islámica, y aprecias la grandeza del Montgó, macizo rocoso. Pero es que, además, la comida también resulta gratificante. Se aprecia el esfuerzo por agradar con preparaciones desenfadadas, con un punto internacional muy del agrado de la numerosa clientela extranjera, que no hace ascos a comer con sangría. El día que acudimos, la comida convenida se abría con una ensalada de pasta a base de tallarines, lechuga roble y verde, huevo, tomate, atún, pimiento amarillo, verde y rojo, aceituna negra, bacon y cebolla roja. El aliño con toque mentolado resultaba disuasorio para algunos; a mi me gustó. No era la típica pasta con lechuga y salsa rosa. Se agradece el esfuerzo.
Lo siguiente fue rape en tempura; tres trozos de tamaño suficiente, presentados en cesto típico de dim sum. Tiernos, jugosos, y hacían muy buenas migas con la salsa de soja. Un acierto la combinación.
Los sorbetes nos gustan entre el pescado y la carne, más que como postre. Así, agradecimos el momento en que se sirvió uno de maracuyá (aka fruta de la pasión), sin previo aviso. Muy rico él.
También hay que elogiar al dúo de cerdo. La carne se presentaba poco hecha, más bien al punto, y con un aliño («salsa de hierbas») que llevaba a recordar la ensalada del arranque. Acompañaban una rueda de calabacín, pimiento, alubias blancas, vaina y virutas de jamón. Ya ven, una preparación muy orientada a la clientela guiri, con su cama de beans. Cocina internacional, you know
El postre, mousse de chocolate blanco con compota de cereza, sí flaqueó considerablemente. El acompañamiento se imponía y robaba el protagonismo a la mousse con su acidez.
No obstante, hay que decir que en Republic no se come mal; es más, se jama bien. Y me quedo con ganas de probar cosas de su carta. Por ejemplo: atún panko en tempura con nori servido con mayonesa de rábano y jengibre agridulce; Bloody Mari-sco (mariscos marinados servidos con Bloody Mary y germinado de cebolla); rib eye a la brasa con mantequilla Café de Paris, patatas al horno y calabacín a la plancha; o algunas preparaciones asiáticas, como curries y sate (pincho de pollo marinado con jengibre y lima a la barbacoa con verduras crujientes, sésamo, salsa de cacahuetes servido con patatas fritas).
Pero, lo dicho, no hace falta ir a la carta para disfrutar. Con el menú del día, la ubicación sigue siendo igual de estupenda. Te dejan la botella de AOVE de producción ecológica para que untes a gusto. Pagas bastante poco (dos personas, con una caña de San Miguel, medio litro de Solán de Cabras y un par de cafés: 41,65 euros). La música es bien tranquila: durante mi visita, escuché a artistas como Michelle Simonal interpretar versiones jazzísticas, lounge, de temas como ‘With or without you’ (U2) y ‘Roxanne’ (Police). No molesta ni el gran mural de Sessa Marine, constructora italiana de motoras y yates que también se promociona en las camisas y camisetas del servicio. Y la mistela a que invitan para cerrar la comida (como es habitual en Dénia) sabe a gloria en copazo y con su hielo. Detallazo. Un lujo al alcance de cualquiera.
(echó el ojo a un par de yates, Igor Cubillo)
ver ubicación
Marina Deportiva; 03700 Dénia (Alicante)
966 430 123
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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