Bar Grand Prix (Bilbao). A propósito de Txema Soria

Ene 28, 14 Bar Grand Prix (Bilbao). A propósito de Txema Soria
Fachada del Grand Prix (foto: La Reina)

Fachada del Grand Prix (foto: La Reina)

NOSÍ (+64 rating, 14 votes)
Cargando...

El amigo Txema Soria, el cronista social de Bilbao para el diario El Correo, también se ocupa de escribir en el suplemento de ocio GPS sobre restoranes donde ‘ponen de comer’, como dice él. Los artículos que me resultan interesantes y accesibles para mí (por razones económicas o de movilidad), los recorto y los archivo por si un día puedo ir. Y por eso en una ocasión, antes de ver una peli de guerra en el cine, fui en metro al centro de Bilbao, con el amigo Gabi (al que conozco desde hace… hum… 33 años, desde BUP), con la intención de papear antes en el Grand Prix, local de menú del día económico y popular (9 lereles) y, por lo visto, muy frecuentado. Cierra los fines de semana, porque parece que vive de los oficinistas de los alrededores; su pinta tira p’atrás al extraño de puro popular y casta, y no se indica el menú en su fachada, aunque sí el precio.

Copiemos el recorte que yo portaba doblado en el bolsillo. Txema Soria empezaba su reseñita así: «El Grand Prix es un local familiar, pequeño, cálido y acogedor. Lo regenta Izaskun Allende, que ha aprendido todo lo que sabe junto a su madre, María José Fernández, que aún hoy se encarga de los fogones». Buf, unas hachas las dos damas, la hija atendiendo las mesas y la pequeña barra, y la madre sirviendo los platos, cocinándolos y hasta tomando nota, como a nosotros dos. Entramos tras un pote en el bar de al lado y menos mal, porque justo se llenaron las tres mesas libres. El Grand Prix dispone de seis mesas de cuatro comensales (en una se sentaron cinco oficinistas habituales), sus paredes son de piedra, tras la puerta de entrada había una ikurriña enrollada, en la barra del bar yacía el diario peneuvista Deia y en una alacena se perfilaba un toro de Osborne. Los manteles y las servilletas eran de papel, y sobre la mesa nos dejaron una jarrita de barro con agua (no me extrañaría que del grifo) pero no dejaron vino.

Menestra de verdura, en Grand Prix (foto: Gabi)

Menestra de verdura, en Grand Prix (foto: Gabi)

Proseguía Soria su escrito: «Su cocina es clásica y lo podrán comprobar en su menú del día, donde tiene platos como alubia roja, arroz a la cubana, lentejas, patatas a la riojana, menestra de verdura, ensaladilla rusa….». Parémonos en los primeros platos. Ese jueves nos cantaron alubia, menestra y ensalada mixta. Ya se ha dicho que todas las mesas estaban ocupadas (jubilados solitarios de ambos sexos, oficinistas y currelas, amigos, grupos de féminas…), y varios comensales zampaban alubias que servían en plato (sin dejar el perol al lado) y tenían buena pinta. Gabi pidió una ensalada con trocitos de huevo, tiras de zanahoria y tal que en su sencillez entraba estupenda y alegre por el vinagre, («esto está muy bueno», juzgó); yo me decanté por la afamada menestra de verdura, caldosita, demasiado caliente, con coliflor gustosa, muchos guisantes y rico conjunto. Empezamos bien.

El amigo Txema Soria continuaba enumerando segundos platos: «… codillo asado, pollo al horno, lengua en salsa o lomo de cerdo adobado. Los pimientos rellenos, las albóndigas y los callos a la vizcaína son platos fijos durante toda la semana». Su textito lo adornaba una foto rojiza de patas de cerdo y me dio rabia que no hubiera ese día ni lengua ni patas porcinas en el menú. Grrrr… Mala suerte, pero es que acudí demasiado sugestionado. De los segundos se habían agotado las anchoas y los muslos de pollo asados (éstos lucían una pinta apetitosa, gran tamaño y piel tostada), y debimos elegir entre tortilla de bonito, filete a la plancha, lomo o huevos con beicon. Yo, al no haber casquería y quizá inducido por el recuerdo del bocata matutino doméstico de beicon ibérico que compré en El Corte Inglés, pedí huevos fritos con beicon; el conjunto no estaba mal, con tocino fino y vulgar, patatas fritas muy ricas y huevos correctos, aunque luego, mala suerte de nuevo, ofrecieron a esos cinco oficinista habituales apiñados en una mesa huevos con morcilla. Grrrr… Gabi eligió filete a la plancha, muy hecho pero muy sabroso gracias a los misterios de la plancha, no sólo por el ajo. Estos segundos los regamos con sendas copas de crianza riojano normalito abonadas aparte (1,5).

De postre había flan, fruta (plátano, mandarina) y helado. Gabi y el que suscribe coincidimos en el flan, cojonudo y con sabor a café, y sin adornos de nata ni chorradas peores. Así acababa Txema Soria su textito: «Como postre, pidan flan o natillas. Por la tarde dan raciones de todo tipo». (Bueno, no dan, sino venden.) Y salimos del Grand Prix al de 40 minutos de sentarnos, aunque almorzamos sin prisas, pero sin pausa, y atestiguamos que varias mesas duplicaron su capacidad. Al salir, Gabi se manifestó: «No ha estado mal. Comida casera normal y no cara. Merece la pena. No haces recados, no cocinas…». En total pagamos 21 lereles (18 de los dos menús más 3 de los vinos, pues tomamos una copa especial sin requerir por el vino del menú), y a mí me da rabia todavía recordar no haber podido probar patas o callos o lengua. Quizá tenga suerte cuando regrese, pues a pesar del local campechano y sin glamour, siento que me volveré a sentar en una de sus seis mesas.

(disfruta con la casquería, y rabió por su ausencia ese día, Óscar Cubillo)

ver ubicación

Calle Lersundi, 3; 48009 Bilbao (Bizkaia)

94 424 95 59

Cierra fines de semana

ÓSCAR CUBILLO

Otro más de los licenciados en Ciencias Económicas que pueblan la nómina colaboradora de esta web. Cuando le da por ser comunicativo, manifiesta que publicó el mejor fanzine de rockabilly de España (el Good Rockin’, allá por los 80) y la mejor revista de blues de la Europa Continental (llamada ‘ritmo y blues’, editada de 1995 al 2000). Actualmente junta letras por dinero en el periódico El Correo, por comida en El Diario Vasco, por ego en Lo Que Coma Don Manuel y por contumacia en su propio blog, bautizado ‘Bilbao en Vivo’ y tratante, sobre todo, de conciertos en el Gran Bilbao, ese núcleo poblacional del que espera emigrar cuanto antes. Nunca ha hablado mucho. Hoy día, ni escucha. Hace años que ni lee. Pero de siempre lo que más le ha gustado es comer. Comer más que beber. Y también le agrada ir al cine porque piensa que ahí no hace nada y se está fresquito.

6 Comentarios

  1. sandra /

    qué quieres que te diga sé que estéticamente no llama la atención y lógicamente por el precio del menú no te van a sacar solomillo con sus guarniciones y vino de buena marca pero por 9 euros comes como en casa muy rápido y siempre te quedan las ganas de volver

  2. Óscar Cubillo /

    Hoy es viernes, pero no me da tiempo a ir. Pero me apunto lo de los viernes y la casquería. Gracias, Izaskun.

  3. euskosudaka /

    Hola don manuel. Tu nombre con minuscula. Los comensales del Prix (pars ti Grand Prix) no queremos que cambie. No se a que llamas glamour. Es de los sitios donde lo que vale es el interior (incluye la decoracion). Es que el Prix es para gente autentica donde no solo te alimentan con comida autentica y exquisita, tambien lo hacen con carino y alegria. El bar es el corazon de la calle. El que prueba sus platos y su ambiente vuelve porque como dijo Sigmibd Freud «el hombre no renuncia jamas a lo que alguna vez le produjo placer». Llegaste tarde. Te perdiste los mejor. Si vuelves y te lo ganas a lo mejor te aceptamos como amigo. Pero te aviso que no tr vs a ser facil porque exigimos que sepas comer no solo con el estomago y la vista tambien con el corazon.

  4. Pues no has ido a desayunar un buen cafe…y un pincho de tortilla!!!! Especialmente la de pimientos….me vuelve loca. El trato es buenisimo….la comida…casera si…pero por eso mismo voy ahi….para comer en condiciones cuando no lo puedo hacer en mi casa. Y de verdad haber si tienes suerte la proxima vez q vayas y pruebas todas esas delicias q hacen como callos….patas….pimientos rellenos….no tiene desperdicio nada. Sin glamour??? Seguramente….pero personalmente no busco glamour cuando voy a comer….sino comer!! Y otra cosa no se…pero en el Prix ( para los amigos) comes q ni cenas!!! Las fotos muy bonitas …y la proxima vez intenta ir mas temprano y en viernes….ahi encontraras esa deliciosa casqueria.

  5. deiene alvarez /

    Desde mi punto de vista una crítica muy poco acertada. Ha hecho mucho hinc apié en lo que a usted le ha parecido muy vulgar y corriente y PNV vista en lugar de siendo una crítica gastronómica hacer hincapié en lo deliciosa que está la comida y en las cantidades tan generosas que nos sirven estas dos damas, que además de servir con eficacia y rapidez nos sirven siempre con una sonrisa en la cara y con una y amabilidad admirable.
    Creo que confunde PNVista o Vulgar con rùstico. No ha sido casual ni fruto de la dejadezque que el local tenga ese aspecto. Es un local de años de exitos qué se puede intuir según pasamos el umbral. Un local pasado de abuelos a hijos y nietos con una historia. Es un local que desde la puerta se intuye la calidad de su menú tan sólo por la cola que hay que esperar en ocasiones para poder tener el privilegio de degustar su menú. He de añadir que he comido en este localen multitud de ocasiones y siempre he tenido variedad donde elegir. Al comienzo de la critica hace referencia en que es un local de menu del dia, lo que me hace preguntarme a que hora tomo asiento en el Prix.
    No entiendo a qué viene ese asombro por ver una ikurrina detras de la puerta. Caballero, esto es el país vasco. De estrañar es que no esté ondeando al viento en todo su explendor.

  6. izaskun /

    Me a encantado asi somos…todos los viernes tenemos patas callos morros…espero verte algún viernes y con un poco d suerte q no se haya acabado ningún plato;-)
    Izaskun
    Grand prix

Trackbacks/Pingbacks

  1. bilbaoenvivo - […] y a veces con casquería. Gracias al periodista Txema Soria descubrí el familiar y céntrico * Bar Grand Prix (Bilbao). A propósito de Txema  Soria…

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ellos son la nueva cocina vasca. 7 Caníbales

¡Txotx! Se desborda la txinparta. Guía Repsol

Sal de Añana, miles de años brotando oro blanco. Gastronosfera

Postres pasiegos: la magia que produce la leche de los Valles Pasiegos. GASTRONOSFERA

Anchoas de Santoña, el milagro de la sal. Gastronosfera

Carolina, el pastel bilbaíno con nombre de mujer. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Queso Camerano, la segunda vida de una receta milenaria. Gastronosfera

La borraja. Gastronosfera

A la conquista del ‘flysch’ de Getxo por tierra, mar y aire. Guía Repsol

Donosti en 9 paseos otoñales. Guía Repsol

Las perlas levantinas más sabrosas. Guía Repsol

Tiempo de angulas, cedazo y farol. Guía Repsol

Laguardia. Una villa guerrera, señorial y vinatera. Guía Repsol

Solar de Samaniego. Una invitación a beber entre líneas. Guía Repsol

La brava alegría riojana. Gastronosfera

Tudanca, carne de Cantabria. Gastronosfera

Chorizo riojano. Gastronosfera

Urdaibai. Margen izquierda del río Oka: historia, bosque y parrilla. Guía Repsol