El Campero (Barbate). Altar mayor del atún de almadraba
Si en Cádiz el atún es religión (que lo es), su altar mayor se ubica en Barbate, en la cocina de El Campero. El pez se ronquea (despieza) con arte y conocimiento y allí se aprovechan sus 24 cortes, texturas y sabores para más de 40 preparaciones. Sí, cuarenta. Siempre cediendo protagonismo al héroe que cada primavera se extrae del mar en la mítica almadraba, cuando atraviesa el estrecho de Gibraltar dispuesto a desovar en las aguas templadas del Mediterráneo. Preparado a la antigua usanza y también proponiendo juegos, nuevas armonías y presentaciones. De ambas maneras. Los marcados aromas, colores y sabores de Andalucía tienen más de una interpretación, algunas incluso de influencia oriental, y en casa de Pepe Melero se puede comprobar cualquier día.
Melero es un cocinero de campanillas que se presenta como autodidacta y amante de la tradición, sobre todo de la barbateña, pero su innegable inquietud le empuja a abrazar la innovación. Despierta admiración y es considerado un maestro de la cosa. Adora el producto, no es amigo de enmascarar sabores y cuando uno escruta con detenimiento las cartas que confecciona escucha ecos de «¡arriá arriá!», el grito de los marineros cuando levantan las redes para que los copeadores comiencen a capturar los atunes.
Cuando paré en El Campero, antes, me había dado un buen homenaje en el restaurante Antonio así que esquivé su elegante comedor principal y opté por sentarme en su zona de tapeo. Allí, tras la terraza, se distribuyen mesas altas y taburetes cerca de una barra y un expositor de pescado; tras el cristal, vi a una langosta mover por penúltima vez patas y antenas, y contemplé, imponente tras su derrota, un enorme dentón, también llamado sama.
Esa noche las «sugerencias del día» consistían en niguiri de atún rojo (4,20 euros, dos unidades), falda de ventresca de atún rojo con frutos secos y mermelada de tomate raf (9,80), sushi variado de atún (13,80, seis maki y cuatro niguiri), y costilla de atún rojo a la parrilla (12,50). No obstante, prescindí de todas ellas y considero un acierto haber comenzado con un combinado de almadraba (14 euros); una bandeja compartimentada contenía pequeñas porciones y tapas, a cada cual más rica, de barriga, mormo, hueva cocida, atún ahumado, bonito curado, corazón… Requeterrecomendable.
A continuación comenzó el juego, propiamente dicho. Vistoso y sabroso el falso tomate (4,75), un divertido trampantojo relleno de huevas de atún y allioli de pera. Para durar muchos años en carta. Curiosa la brochetita de atún en tempura (4,50), acompañada de salsa curry. Y gratamente sorprendente la lasaña fría de atún (4,50), rica rica y con aspecto de pudin.
La punta de solomillo de retinto al Pedro Ximénez (5,75) estaba bien buena, con el PX como caramelo. Y mis críos no necesitan alicientes, pero cayó una mini burguer de atún (5,25), compendio de omega 3, proteínas, grasas e hidratos de carbono que sumaban, atendiendo a la caja que la contenía, 154 kcal. La quinta parte que una hamburguesa convencional, sostiene su autor. La pieza de carne, compuesta de ventresca y tarantelo, se empareda con un poco de cebolla, lechuga y tomate, en pan elaborado en el propio restaurante, y la hamburguesa se sirve con patatas fritas y su particular ketchup, una salsa de tomate picante, también de elaboración propia.
El bombón de foie, mojama y queso con crema de manzana (4,75), estupendo, corroboró que en El Campero se puede comer rebién, de un modo rápido, informal e incluso divertido, sin pagar una fortuna. Y eso siempre se agradece.
(Igor Cubillo)
web de El Campero
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Avda. de la Constitución, local 5 C; 11160 Barbate (Cádiz)
956 43 23 00
info@restauranteelcampero.es
Quienes visiten Zahara de los Atunes ya no tienen, impepinablemente, que desplazarse a Barbate para probar la esencia de la cocina de Pepe Melero. Allí mismo, en la calle María Luisa, abrió el pasado año sus puertas La Taberna de El Campero, un local de estética marinera, teñido de azul y blanco, cuya oferta, concebida para compartir y sin alardes creativos, incluye el imprescindible atún de almadraba que ha dado merecida fama a su responsable, pero no olvida otros pescados de la zona, mariscos y arroces. Ñam.
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Si os gustan las burger, podéis comparar las diferentes carnes en CMS Logistics (www.cmslogistics.es), desde la de retinto a la burger de Kobe, pasando por ternera gallega o black angus escocesa.
Estuve el otro día, me gustó TO DO pero casi me desmayo con la costilla de atún. Pensaba que era txuletón!
mmm se me hace la boca agua todavía…
Qué suerte, May.
La verdad es que en ciertos lugares las piezas son espectaculares. Por tamaño y por sabrosura.
Y El Campero es muy muy recomendable.
Gracias por comentar, por compartir tu experiencia.
Un saludo.