Pista: Kokken (Bilbao), sorpresa informal
Se han empeñado en convencernos de que para comer algo decente hay que llevar un mínimo de 40 euros en el bolsillo. Incluso para comer únicamente jamón mediocre, fuá de saldo y lubina o dorada de piscifactoría, como las que despachan por millones en los supermercados de barrio. Existe hasta quien en esos casos opina: «barato». Y no es cierto. Sirva el ejemplo del restaurante Kokken, que lleva más de un año empeñado en desmentirlo, desde la antigua Plaza del Gas, donde despacha a buen ritmo sus cambiantes menús degustación, una sucesión de tapas, pinchos elaborados y/o medias raciones a precio cerrado. Cinco items, 14,95€ (12,50€, consumición incluida, los mediodías de labor); siete platos, 19,95€; nueve, 24,95€. Y no hay problema en ir cambiando, ampliando, la elección inicial: esto es, uno se sienta, pide el menú de cinco y, a lo largo de la comida, cuando termina la cuarta (o sexta) propuesta, puede pasarse al menú ‘medio’ o al más largo. Todo facilidades.
La composición del menú es «sorpresa», cambia de mesa a mesa, a criterio del cocinero y merced de la despensa. La decoración, austera y sencilla, remite al norte del norte, vía Ikea. No hay tapetes, y las servilletas son de papel. Y el servicio es bueno, rápido, amable y solícito; pregunta por alergias y se ofrece a cambiar cualquier plato que no sea del gusto del comensal, sin interrogatorio alguno. ¿Qué se come allí? El miércoles pasado me sirvieron sashimi de salmón marinado con vinagreta de soja y mostaza en grano; croquetas de gambas rebozadas en maíz; taco de ventresca de bonito a la plancha con espuma de guisante y sésamo; costilla de cerdo, lacada con soja y miel, y espuma de patata; sepia con su teriyaki, su alga…; solomillo con reducción de melocotón y chipotle; y, de postre, sopa de piña y papaya con espuma de crema catalana.
Me quedo con el taco de bonito, la sepia y el solomillo. Lo más flojo, quizá el postre. Despachan vinos por copas, sirven agua del grifo y el crianza de la casa, por ejemplo, sale a 12€/botella. Kokken se reafirma como una buena opción para citas informales, sin grandes dispendios ni pretensiones gastronómicas. Ah, y divertidas.
(Igor Cubillo)
Quintana, 3 -antigua Plaza del Gas-; 48007 Bilbao (Bizkaia)
94 685 09 20
info@restaurantekokken.com
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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