Taberna Alameda (Hondarribia). Picoteo mestizo bien pensado y ejecutado
Alameda (Hondarribia) es una plaza a tener siempre muy en cuenta. Los talentosos hermanos Txapartegi (Mikel, en sala, Gorka y Kepa, en cocina) figuran entre los principales damnificados por el monoteísmo gastronómico, por la aparente falta de relevo generacional a consecuencia de la endogamia imperante entre los máximos exponentes de la alta gastronomía de Gipuzkoa, de la que tanto se ha hablado y se hablará. Pero ellos siguen erre que erre, procurando satisfacción en distintos planos y espacios: desde hace un mes atienden en el asador Sutan (Bodega Hiruzta) el rentable negociado de la BBC (bodas, bautizos y comuniones) y en la casa madre procuran satisfacción a público diverso, a quien busca darse un homenaje en el noble restaurante con estrella Michelin (más de 20 años ya) y dos soles Guía Repsol, y al que se contenta con la oferta de picoteo serio, informal pero bien pensada y ejecutada, de su elegante taberna forrada en madera.
Allí paramos esta semana y, tras escoger la bebida entre la amplia oferta de vinos por copas (30, contando el ‘vino de manzana’, sagardoa), nos dejamos guiar por Gorka Txapartegi para llevar a buen fin una ligera cena familiar; su recomendación: croquetas, txipis de anzuelo, cimarrón y alitas de pollo. Acierto. Las croquetas de jamón (12€ , media docena) son grandes, cremosas y gustosas, envueltas en empanado japonés, panko. El calamar (13€), otra prueba de calidad para la cocina de un bar o restaurante, resultó notable en fritura. El atún rojo (12€), presentado a modo de tataki y anunciado «escabechado en cítricos», lucía cuidado emplatado y su gusto armonizaba con los contrastes de una sutil crema de aguacate y botones de una original emulsión ahumada. Y la influencia oriental continuó presente en unas rollizas alitas de pollo (14€), con la grasa de un lumagorri, bañada en una salsa viscosa que toma su nombre de la ciudad japonesa Kanazawa.
Cocina del Bidasoa con un plus
Resultó una cena mestiza que aunó producto y técnica vasca y japonesa, aunque bien pudo ir por otros derroteros y latitudes de escoger patatas rústicas con chipotle y allioli (7€), o ensalada de tomate de Hondarribia con pesto de hierbas frescas (10€). O de haber atendido a las alternativas al pollo: costilla de cerdo euskal txerri con ajo-aceiteleta (14€), y txuleta de vaca vieja con sal de Añana (38€). Y no quiero dejar sin nombrar la ostra Gillardeau #1 (4,70€/ud.), los langostinos de Ibarra (guindillas, aka piparrak, 9€), las setas asadas con huevo termal (12€), los quesos artesanales de Euskal Herria seleccionados por el afinador Beñat Moity (10€)… Una oferta, para comer bien y rápido, a la altura de sus más de 75 años de historia, y tres generaciones, dispensando en Alameda «cocina del Bidasoa», que se surte de productos e ideas de lonjas y huertas cercanas, de Iparralde (País Vasco francés) y del Valle del Baztán. Todo acorde a una máxima transmitida por su amona (aka abuela) a los tres hermanos: «cuanto más corta sea la distancia entre la tierra y el fogón, mejor». Así sea.
(Igor Cubillo)
Mirasoroeta Kalea 1; 20280 Hondarribia (Gipuzkoa)
+34 943 64 27 89
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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