El helado de ortiga y la hierbabuena vasca
En la vida podemos encontrar muchos placeres. Los hay que con el paso del tiempo van perdiendo su esencia, hay placeres que cuando los disfrutamos de forma reiterada dejan de ser las montañas rusas que eran; pero existe uno que experimentamos desde el momento en que nacemos, además de forma repetitiva, día a día, y aun así pocas cosas habrá mejor que comer. ¿Cuál es el secreto? Sin duda, uno de ellos es la variedad. Hoy en día, gracias a la globalización, podemos comer cualquier producto cualquier día del año, pero para nosotros no existe nada como guiarnos por lo que la madre naturaleza dejó a nuestro alrededor. ¿Qué mejor que consumir productos frescos y de temporada?
Nos vamos adentrando en el verano y esta bonita época del año nos brinda la oportunidad de poder disfrutar de una gran variedad de productos. Cuando hablamos de productos de temporada siempre nos vienen a la mente cosas que encontramos en el mercado. Pero nuestros bosques se llenan de infinidad de alternativas que hasta hace muy poco eran imprescindibles para los paladares de nuestros abuelos. Por todo ello queremos dar una voltereta y poner la vista en las plantas y frutos silvestres que tenemos en nuestro entorno.
Os quiero hablar de una planta de la que huimos según la vemos, una planta que se hace sentir aunque tengas los ojos vendados: la ortiga. Aunque la encontramos en todas las estaciones del año, la mejor época suele ser entre primavera y verano. ¡Pensareis que estamos locos, pero no! Gracias a una mujer de Dima pudimos saber que en su casa, desde hace muchos años, el queso y las cuajadas se hacían con ortigas. Una vez nos pusimos a leer al respecto, vimos que una investigación realizada desde el Basque Culinary Center comprobó que la ortigas contienen una encima llamada quimosina cuya función es separar la caseína de su fase liquida, el suero. Por todo ello, nosotros trabajamos la ortiga para hacer en Garena una cuajada de forma ancestral acompañada de helado de ortiga y un candy de hoja de ortiga.
Otra hierba silvestre que nos gusta incorporar en nuestra cocina, sobre todo en esta época del año, es patana. Muchos de vosotros la habéis visto millones de veces y no os habéis dado cuenta de que se trata de la ‘hierbabuena vasca’. La podemos encontrar en los bosques de Euskal Herria, tiene unas hojas muy aromáticas pero no es del gusto de ningún animal en los caseríos. Nos contaban en el pueblo de Aia que esta planta la utilizaban como ambientador en los pasillos que conectaban con la cuadra, o en las cocinas en forma de vaho. En algunas ocasiones utilizaban el caldo que se formaba tras los vahos como digestivo y limpiador bucal. Es muy similar a la hierbabuena, pero con hojas algo más pequeñas y un regusto a albahaca. Nosotros la infusionamos con el chocolate para hacer unos bombones de tofe y patana, los cuales nos hacen llegar al fin de la comida.
Detrás de cada plato hay productos, tradiciones, historias, recetas, y en nuestra casa queremos recuperar todo eso. En Garena cocinamos nuevas tradiciones, ése es nuestro lema. Intentamos recuperar tesoros a punto de desaparecer que encuentras en esos caseríos con más de 500 años de vida a los que queremos hacer el homenaje que se merecen. Así, seguiremos informándonos y buscando nuevos secretos para poder cocinarlos y compartirlos con vosotros.
Julen Baz es cocinero y copropietario de restaurante Garena, en Dima, Bizkaia maitea.
TODAS LAS HORTIGAS SIN H PORFAVORRRRRRR
Claro, Edurne, sin h de hormiga. ORTIGA se escribe así, es totalmente correcto. ¿Qué pega ves?
Kaixo. Suelo ir a la feria medieval de Artziniega. Ya hace años recuerdo que hay un convento de monjas en el centro del pueblo y ponen a vender sus productos. Una vez conseguí hablar con una de ellas y me pasó la receta de mermelada de tomates verdes (intento hacerla todos los veranos) y la de mermelada de hortigas… que no he hecho nunca por no cogerlas. La de hortigas la combinaban con plátano. ahí lo dejo.