Kea Basque Fine Food se amplía y se consolida en el top de Vitoria
Cuando me estrené en Kea Basque Fine Food, en 2021, me acordé al entrar de Arima Basque Gastronomy (Madrid). Inevitable percibir la huella estética y el aura de Rodrigo García Fonseca y Nagore Irazuegi en ese restaurante con cocina vista y un reducido comedor presidido por una gran imagen en blanco y negro de esa anciana que yo identifico con Joxefa. Al salir, a su vez, recordé el arranque de ‘Canción 8’: ¡Qué pequeño sobre el río, y qué grande sobre el pasto la sombra que proyectaba! El eco de Alberti venía a cuento de la necesidad que tenía (y tiene) Vitoria-Gasteiz de sumar propuestas audaces o de calidad a una oferta hostelera que entonces aún languidecía y hoy, también es cierto, se percibe al fin un poco menos aburrida.
Ese día disfruté, y mucho, con una larga comanda que arrancó con Joxefa 2.0, la mejor reinterpretación existente de la gilda, ese pintxo clavado originalmente con palillo en la gastronomía popular vasca que aquí (y en Arima) consta de un pan soplado relleno de mahonesa de piparras de Ibarra sobre el cual se coloca una anchoa de Getaria, pasta texturizada de aceituna con anchoa y perlas de aceite de oliva. Al largo umami de ese bocado, inspirado originalmente en el falso nigiri de picaña concebido para Chuka Ramen, le siguieron muchos platos de nivel Maribel, comenzando por una agradable ostra con espuma de mantequilla noisette que constituye un ejercicio de domesticación del componente yodado del molusco que descoloca.
Gustó la ensalada de bogavante, se juzgó espectacular la menestra de verdura y se colgó el cartel de “brutal” en la delicadísima merluza frita, puro contraste entre la fragilidad crocante del rebozado y la terneza de su interior. Tiernas litiruelas nada secas confirmaban la necesidad de reivindicar la casquería e incluso asomaron rasgos de genialidad en unos callos de bacalao con crema de ajo ciertamente manjarosos, pura gelatina, una fórmula abracadabrante.
Salí del establecimiento ufano y casi deseando que no se corra la voz de sus bondades, no vaya a ser que me quedara sin mesa la próxima vez. Afortunadamente, el negocio no va mal, su comedor se quedó efectivamente pequeño, pero la gerencia tomó la determinación de ampliar las instalaciones y lo celebró recientemente con una cena a seis manos espectacular compartida oficiada por colegas y amigos.
Kea Basque Fine Food celebra su ampliación
Cuando un cocinero ofrece una comida o cena en el restaurante de un colega realmente está saliendo de su zona de confort y juega con la condescendencia previsiblemente reservada a quien juega fuera de casa, con una vajilla, unos fuegos y un equipo que no son los suyos. Así, raro es el profesional que ofrece en tal tesitura el mismo nivel que en su propio terreno. Igualmente, cuán difícil es asistir a un cuatro manos donde las diferentes propuestas encajen con naturalidad y la suma resulte tan brillante como cada cual por separado. Pues bien, es para quedarse pasmado, pasmada y pasmade el desenlace del seis manos (¡6!) organizado para dar por oficialmente inaugurada la brillante ampliación de Kea Basque Fine Food.
Esa noche a 40 grados hubo calor, productazo, mucha técnica, sabor, razón, emoción e incluso un poco de magia, de la mano de Rodri, Francis Paniego y Miguel Caño. Las croquetas del Echaurren, de hecho, me supieron a gloria, mejor que nunca, y el chef riojano voló también alto con propuestas como esa sardina y sopa fría de zanahoria. Nublo se mostró tan preciso y esencialista como en Haro: patata asada con trufa de verano, carabinero y lima quemada, espárrago sobre crema de almendra… Y qué decir de Rodri, un anfitrión muy inspirado que mostró equilibrio, elegancia, rotundidad y frescura, propia y de materia prima. Un piso para esa gamba con tomate cherry y jugo de tomate asado y palo cortado; y atentos a ito Kai, filamentos de calamar con salsa negra, previsible novedad en la oferta de Arima.
Y, sí, Kea se consolida en el Top 3 de Gasteiz con una ampliación que mantiene la estética original y suma un segundo comedor, otra cocina y un reservado más que apetecible. Gracias a ello, la ciudad continúa acumulando brotes verdes significativos en materia gastronómica, aunque sea, en ciertos casos, replicando en cierta manera modelos existentes.
San Prudencio, 21; 01005 Vitoria-Gasteiz (Álava)
+34 945 212 838
(foto: Julián Méndez)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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