Restaurante Ekaitz (San Sebastián). Familiar y ajeno a modas

Sep 27, 23 Restaurante Ekaitz (San Sebastián). Familiar y ajeno a modas

Qué demonios hago yo aquí. Debí pensarlo al recordar que en mi anterior visita terminé por desaconsejar entrantes y postres para, eso sí, deleitarse con los benditos sacramentos que acompañan (o al menos acompañaban) sus alubiadas. No soy de dar segundas oportunidades, ni estaba la meteorología para guisos y cocidos, pero el caso es que terminé con mis posaderas en el comedor de Ekaitz. Ni en las mesas de su concurrida zona de barra ni en las de esa terraza puesta al día, en la zona noble de decoración rústica y cercanía al vecino.

Ubicado en lo alto del monte Igeldo, camino de Orio, el que nos ocupa (no confundir con los bares de Gros y Parte Vieja) es uno de esos entrañables restaurantes familiares que la parroquia conoce con otro nombre. Llamamos Polipaso a este refugio de ciertas tradiciones donde cuesta aparcar en horas y jornadas señaladas porque nada es allí impostado, ni los tentempiés (carne cocida…), bocadillos y platos combinados de su referida barra, ni la experiencia de esas camareras talludas y resolutivas que han pisado miles de veces el refectorio anexo. Mucho menos el contenido de una carta ajena a modas (y prácticamente al paso del tiempo) que desborda sencillez, raíz y honestidad por sus dos caras. Lo hace con propuestas como consomé, sopa de pescado, espárragos, croquetas, huevos con patatas fritas, chipirones con su tinta, callos, solomillo con guarnición y, por supuesto, arroz con leche casero. No busques ínfulas, barroquismo, I+D ni gastrotontería foodie.

Mi elección fue otra el pasado miércoles. Yo, en lugar de apostar por Casandra y casarme en La Vega, escogí ligereza y gané: ensalada mixta (12 €), anchoas fritas (12€) y merluza albardada (24 €) mereciendo especial aplauso el pescado, jugoso y nada nada seco, el gran peligro cuando uno pide lo mismo en otros lugares y lo riega con Viña Alberdi (20 €). Está tan apartado que a veces se me olvida que Polipaso continúa en pie allí, con sus servilletas folkies de tela, en lo alto de esa montaña suiza de emociones. Menos mal que ellas, con su ausencia de pretensiones y su mezcla de afabilidad y displicencia, rara vez me fallan.

Y es que en tiempos de deriva, lo mismo en música que en gastronomía, quizá en cada aspecto de la vida, cosas que antes me disgustaban ahora las consiento e incluso las añoro. Tampoco soy tan raro.

web de restaurante Ekaitz
ver ubicación

Paseo Padre Orkolaga, 131; 20008 San Sebastián (Gipuzkoa)
943 21 20 24 / 943 21 73 49

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Ellos son la nueva cocina vasca. 7 Caníbales

¡Txotx! Se desborda la txinparta. Guía Repsol

Sal de Añana, miles de años brotando oro blanco. Gastronosfera

Postres pasiegos: la magia que produce la leche de los Valles Pasiegos. GASTRONOSFERA

Anchoas de Santoña, el milagro de la sal. Gastronosfera

Carolina, el pastel bilbaíno con nombre de mujer. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Goxua, el postre vasco de inspiración catalana. Gastronosfera

Queso Camerano, la segunda vida de una receta milenaria. Gastronosfera

La borraja. Gastronosfera

A la conquista del ‘flysch’ de Getxo por tierra, mar y aire. Guía Repsol

Donosti en 9 paseos otoñales. Guía Repsol

Las perlas levantinas más sabrosas. Guía Repsol

Tiempo de angulas, cedazo y farol. Guía Repsol

Laguardia. Una villa guerrera, señorial y vinatera. Guía Repsol

Solar de Samaniego. Una invitación a beber entre líneas. Guía Repsol

La brava alegría riojana. Gastronosfera

Tudanca, carne de Cantabria. Gastronosfera

Chorizo riojano. Gastronosfera

Urdaibai. Margen izquierda del río Oka: historia, bosque y parrilla. Guía Repsol