Bienvenidos a Continental Café (Bilbao)
Paseaba por el Botxo pensando en escribir un tuit en el que quedara claro mi rechazo a las campañas de buen rollito que lanzan las entidades bancarias para captar clientes. Personas ingenuas capaces de creerse que, dándoles su dinero, su vida dará un vuelco y, desde ese momento, todo serán sonrisas, abrazos, bailes e incluso algún beso que otro. En eso estaba cuando me topé con una sonriente mujer de ojos azules que me recordó a las que, en los estantes de mi maltrecha memoria, embellecían hace años los carteles de latón de la industria licorera. Era castaña, creo recordar, cubría su cabeza con un sombrero, de eso estoy seguro, abrazaba una botella y estaba pintada en el revestimiento de madera que cubría la fachada de un bar; concretamente, la del Continental Café, sito en el número 3 de Estraunza, entre Gran Vía y Rodríguez Arias, en el mismo bloque en cuyos bajos de instalan negocios como la cafetería Florida y El Azulito.
Saqué la foto y me dije, esto es un claro Bienvenidos de LQCDM. Prepararé un texto aludiendo a aquel estudio argentino que aludía a la existencia de cuatro estereotipos de mujer en el discurso publicitario: ama de casa, bella, sexual/sensual, y empresaria. Es más, echaré un vistazo a ese libro que tengo en el que se aborda el papel de la mujer en la publicidad. Sí, es cierto que barajé esas ideas, pero, ¿saben?, a la hora de la verdad reparé en que todo eso resulta accesorio, pues el apreciado lector se contentará con observar la imagen, con recordar ese merchandising vintage al que aludía, con mirar a los ojos de esa mujer, quizá con la mente puesta en los de algún ser (muy) querido, y no querrá que le líen, ni entretengan, con disquisiciones. Por eso no lo hago. Simplemente.
(Igor Cubillo)
* Lo Que Coma Don Manuel coloca en la sección Bienvenidos aquellos muñecos, carteles y dibujos que, con cierta gracia, nos dan la bienvenida a restaurantes, bares, bistrós, tabernas, chigres, sidrerías y demás locales hosteleros que tanto nos gusta visitar. Esperamos sus aportaciones, apreciados lectores *
El patriarca de esta cosa. Considera que el acto de comer es uno de los placeres más enormes que nos ha procurado la existencia. Y a eso se aplica. Y a contarlo.
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