Pista: Barmout, el bocadillo en Hendaia Playa
Tiene mérito la gente que regenta Barmout, un pequeño local que despacha comida rápida para consumir sin prisa junto a la playa de Hendaia, a escasos metros del antiguo casino que divide el largo arenal en dos. Tiene mérito porque ha logrado consolidarse en la oferta gastronómica de un barrio eminentemente turístico donde muchos bajan la persiana en otoño, invierno e incluso primavera. Y tiene mérito porque ha dado rollo a una lonja pequeñísima, sin cristaleras, que podría haber caído en la catalogación de cuchitril. No es el caso, pues la han convertido en un lugar acogedor con sólo forrar las paredes con madera, decorarlas con motivos bovinos, ristras de ajos y pimientos choriceros, y atiborrar alguna balda con frascos de conservas.
Y se han ganado el favor del público, que se sienta a diario en sus escasas mesas, probablemente porque en el país de los ciegos el tuerto es el rey. Las patatas fritas son caseras y, más allá del clásico sandwich americain (6,50 euros), que emplatan con montaña de patatas y un puñado de lechuga con cebolla frita y vinagre, cuentan con atractivos bocatas, como el recomendable Gorgonmout (5,50), a base de hamburguesa, queso gorgonzola, lechuga, tomate, cebolla y jamón serrano.
Son abundantes las cantidades en platos combinados como el pollo sakari; no faltan ensaladas (pollo, salmón, queso, gamba); se puede cerrar la comida con gaufres; y abrirla con «tapas». Cosas como guindillas rebozadas (5 euros), croquetas (4,), brocheta de gambas (3,50), pimientos de Padrón (4), chipirones al pimiento de Ezpeleta (6), tablas de queso (11) y embutidos (11)… siempre para degustar sin pretensión alguna, no se me hagan excesivas ilusiones.
La carne apuntan que es de origen italiano y la cocina permanece abierta, sin interrupción, de doce del mediodía a doce de la noche. Un lujo en una población fronteriza sometida, como es lógico, a los horarios franceses. Vas a la playa, recién levantado y desayunado, y en las terrazas ya están los gabachos comiendo ‘paella’. Ténganlo en cuenta: hay restaurantes donde antes de las 14:00 horas se cierra la cocina. Eso no sucede en Barmout. Eso sí, hay que llevar cash, porque no aceptan tarjeta de crédito. Cachis.
(Igor Cubillo)
96, Avenue du General Leclerc, 64700 Hendaye (France)
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
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