Akelarre (Donostia). Reseña exprés de una comida cipotuda
Se resistía la crónica de esta visita a Akelarre, el restaurante que comanda Pedro Subijana en Igeldo, donde anuncia alta gastronomía, tradición y vanguardia. Y si finalmente se lleva a cabo es más por la insistencia del anfitrión de esta casa, aka Cuchillo, que por el deseo de quien suscribe de ensuciar una experiencia gastronómica de ensueño con una reseña de saldo. Dejemos, pues, los “espectaculares”, “exquisitos” y “cojonudos” a los columnistas cipotudos y pasemos directamente al reportaje gráfico de una comida que, tiempo después, mantiene intacto su efecto salivatorio.
Pedimos el menú Aranori (hoy con algunos cambios) y permiso para meter la cuchara en algún otro, por cortesía de la casa. Al lío.
Picoteo previo
Un Bloody Mary espumoso.
Aperitivos de la casa.
Una simpática gilda desestructurada.
Entrando ya en materia
Las hojas y el foie bajo la lluvia (obsérvese que algunas de las hojas son de foie).
Infusión de caldo verde, cigala y rape ahumado (sopa de pescado a modo de infusión; ES PEC TA CU LAR -perdón, se me ha escapado-).
Finísimo y ligero tartar de buey, nueva patata soufflé y pan de hierbas aromáticas (original y resultón).
Los peces
Merluza y su kokotxa con ostra y hoja de ostra (¡ostras, qué plato!)
De la mar el mero….y muchas cosas más.
La carne
Rabo de Buey con Chufas (muy rico también, aunque no al nivel del pescado).
Cochinillo asado “hueso” y emulsión de ibérico.
Arroz con caracoles y karrakelas en film de tomate y albahaca (éste sí, robado de otro menú)
Postres (el único “pero” de la comida)
Xaxu con helado espumoso de coco (sobredosis coco).
El tarro roto de yogur, gatzatua y frutos rojos (el tarro también comestible; no apto para diabéticos).
Bodega
Remelluri 2008, especial para el Akelarre (¿para qué elegir, si los que saben ya eligen por ti?).
Las tres estrellas Michelin de Akelarre
Vistas a la altura del menú, atención inmejorable y alguna sorpresa que nos guardamos los asistentes y que quedan ya para el recuerdo de un día inolvidable en el tres estrellas (Michelin) de Subijana y Félix Etxabe, su escudero desde hace más de 40 años.
“Oveja que bala, bocado que pierde”, dice el refrán. Y cuando uno visita el Akelarre (y lo cuenta después) conviene no balar demasiado, que no hay bocado prescindible.
(comió y después baló, @paublasi)
(fotos: Jordi -my bro-)
Padre Orcolaga, 56 (Igeldo); 20008 Donostia – San Sebastián (Gipuzkoa)
+34 943 31 12 09
restaurante@akelarre.net
El patriarca de esta cosa. Considera que el acto de comer es uno de los placeres más enormes que nos ha procurado la existencia. Y a eso se aplica. Y a contarlo.
Comenta, que algo queda