18/70, para una rubia que no es peligrosa…
Desayuno en el bar leyendo el As, hay una rubia cargando el rifle… La calle arde a 39 grados aquí en Mardin, en el Kurdistán turco, entre el Tigris y el Éufrates, y no hay manera de encontrar un bar que nos sirva una cerveza en la vieja ciudad de las lenguas y el conservadurismo. Camino entre tanquetas y hombres armados, el horizonte, ocupado por el desierto de Siria, sólo incremente la ansiedad y, tras la enésima pregunta (“Do you have beer?”), me pongo a tararear inconsciente; pero esta vez no musito canciones de Quique González, Joaquín Sabina, Burning, Loquillo o Bunbury, lo que repaso mentalmente es ‘La felicidad’, de Izaro.
“Tengo una pregunta tengo que me invade, me invade la curiosidad. Tengo una pregunta tengo que me invade, me invade la curiosidad. ¿Quién será, ay, quién será, quién será la felicidad? ¿Cómo será, ay, cómo será, cómo será la felicidad?”
La cantante de Mallabia intervino en la reciente puesta de largo de 18/70 en San Sebastián, y no es de extrañar que el estribillo me venga a la cabeza ahora que huele a tormenta de verano, a pesar de que he escuchado a Fito, he nacido cerca de las vías y por eso sé que la alegría y la tristeza viajan en el mismo tren. Preguntarme dónde está la maldita felicidad, aquel sabor de cuando nada nos dolía y cada día era mejor, nunca hablábamos de terminar y llegábamos tan lejos con solo imaginar, me sirvió para reeditar la sensación de frescor y buen sabor de aquella cita en los Viveros de Ulía; en el antiguo proveedor de plantas para los parques públicos de la ciudad saludé a Xabier Zabaleta, a su chica, a Xabier de la Maza, a las hermanas sisters. Esta cerveza me gusta, les dije. Está buena.
Zabaleta estaba allí porque en Aratz cuenta con grifo de 18/70, igual que Juantxo taberna, donde esa misma mañana desayuné un bocadillo de tortilla de patata, e igual que el bar Vallés, el que se anuncia inventor de la gilda. No es cuestión baladí, pues la leyenda escogida para (re)lanzar el producto, impresa sobre el mismo vidrio, reza así: “Dieciocho setenta. Lo que empezó siendo una producción limitada de barriles en algunas barras de Donosti…”.
Hubo dee jay, que puso a bailar al respetable cuando llegó el diluvio (porque el cielo se desplomó, como en toda buena fiesta primaveral vasca) y seguir meneando el bigote se convirtió en cuestión secundaria. Ya llevábamos tiempo dando buena cuenta de esas banderillas de anchoa, guindilla y oliva referidas en el párrafo anterior. Y las habíamos alternado, además, con arroz chaufa, arroz con pollo, jamoncito criollo, causa maki, papa criolla y ensalada solterito, todo de Ekeko, sanguchería peruana.
Ojalá aquella rubia me mire al pasar
Llovía a mares y en la mano sólo quedaba la botella marrón perfilada con las mismas curvas que dibujas cuando te desnudas, y dentro de ella esa cerveza especial más que rubia castaña, de tonos cobrizos y limpidez, de poca vivacidad y espuma mate, mullida, de poro ancho y poco persistente. Su aroma a cereal con ligero deje alcohólico, quizá; tan agradable en nariz como en boca, donde vuelven los recuerdos de cereal y se aprecia que es una bebida con cuerpo, redonda, equilibrada y de final tan largo como esos besos que dan los chicos y las chicas que se cuelan en los sueños.
Sabedor, cogí otra botella, la abrí, acerqué los labios y di un prolongado trago, recordando aquello de que salen más caros cuando los regalan y huelen a fracaso. Pero, claro, el croupier me echaba cartas buenas… y la platino era morena… y el caso era un gran caso… para una rubia que no es peligrosa…
(Igor Cubillo)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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