Bodega Eguren Ugarte, el sueño cumplido de Vitorino
“Muere Vitorino Eguren, símbolo del éxito de Rioja Alavesa”. “Fallece Vitorino (el del buen vino) Eguren”. “Adiós a Vitorino Ugarte, el hombre que transformó la Rioja Alavesa”… Oh, cuánto retumba cada cuchillada de la parca. Se volvió a comprobar en abril de 2023, probablemente el mes en que más titulares acaparó el hombre que allá por 1989 fundó Bodega Eguren Ugarte. Falleció el día 20, con 88 años, y el gremio reconoció unánimemente la importancia de ese emprendedor, quinta generación de una familia con vino en sus venas.
Vitorino ha muerto, pero su legado permanece bien vivo, como pude comprobar de primera mano en una reciente visita a esa imponente bodega familiar donde se elaboran al menos 22 referencias, incluidos monovarietales de graciano y tempranillo blanco, así como el único rosado a base exclusivamente de maturana. Impresiona introducirse en el universo subterráneo creado por el tío de aquellos Eguren al frente del emporio Sierra Cantabria. La web anuncia 2.000 metros cuadrados de galerías subterráneas y el encanto se desborda en aquella excavación donde los 380 nichos de clientes particulares se distribuyen de manera laberíntica, sus calles adoptan nombres de callejeros vascos y el cocinero argentino Diego Pereyra crea bocados atinados para encontrar la armonía con esa paleta de blancos principalmente secos, tintos y rosados de distintas intensidades.
A nuestro paso: crema de apionabo con sardina ahumada y aceite arroniz de olivos y elaboración propia; ssäm de carrillera con pepino y salsa bordelesa, un guiño reconocido a Kromatiko; costillar de ternera con salsa chimichurri; tartar de potro de Kanpezo; mochi de te verde con salsa de chocolate blanco y jengibre.
Ojo también a la sala de barricas, decorada con 24 murales del pintor bilbaíno Iñaki García Ergüin, pues el conjunto inspirado en la ópera ‘Carmen’, con sus más de 50 metros de largo por 4 de alto, es el mayor cuadro expuesto en una bodega europea. Y no hay que pasar por alto el wine-bar, situado justo enfrente de la Sierra de Cantabria, un telón de fondo ciertamente espectacular. Más si te das de bruces con el efecto Foehn, aquella singular cobertura de nubes suspendida sobre el sistema montañoso cual amenazante marea.
Vitorino, un riojano en Álava
La bodega se encuentra en Páganos, Laguardia (Vitorino nació en San Vicente de la Sonsierra pero plantó su bodega a este lado de la Muga), cuenta con 130 hectáreas de viñedo distribuidas en Labastida, Páganos, Leza y Elciego, y presume de ser la primera que abrió sus puertas al enoturismo. Así, su oferta se completa con 21 habitaciones (Eguren Ugarte es también hotel) y las propuestas del restaurante Martín Cendoya, con precios irresistibles. Por ejemplo, 45 euros por visita guiada + menú tradicional consistente en entrantes (pimientos asados / morcilla con pimientos asados y tomate), primer plato (patas a la riojana / pochas a la riojana), principal (chuletillas al sarmiento acompañadas de ensalada), postre (goxua) y, claro, sus vinos.
Por otra parte, su apuesta por la sostenibilidad en el viñedo ha sido avalada por la fundación Hazi con la certificación de Producción Integrada. En cuestión de innovación, experimenta con una técnica de deshojado temprano del tempranillo que según dicen procura mejores contenidos en color y polifenoles, y recurre a la teledetección (vuelos aéreos con cámaras infrarrojas) para obtener la máxima información de la viña. Hasta ha invertido el orden de las fermentaciones en la elaboración de su 40’s’, de manera que la maloláctica precede a la alcohólica “para potenciar el color, aroma y sabor frutal del vino”.
Poco más que añadir, si acaso evocar a José Ángel Buesa, releer su brindis y suscribir que es mejor embriagarse de vino que embriagarse de amor. Así, mientras tú bebes, sonriéndome, sin que tú lo sepas, me embriagaré de ti.
Crta. A-124 Km. 61, Páganos; 01309 Laguardia (Álava)
(+34) 945 60 07 66
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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