Mejillonerías La Batea (Barakaldo). El día, el picoteo y la compañía
Tanta rigidez, tanto espíritu analítico, tanta presión, tanto rictus serio, tanto hieratismo, tanto dispendio, tanta bacanal, tantos intereses, tanta burbuja gastronómica… Qué estrés. Cuánto boato, impostura, apariencia, mentira. Entre estrella Michelin, esferificación, espuma y tataki, en ciertas ocasiones uno anhela el refugio del bar del barrio, del desembolso liviano, del saludo del vecino. Busca sencillez y alimentos reconocibles, y se acuerda de locales como La Batea que sin ser una tasca, que no lo es, ni un local de larga tradición, pues su origen se remonta a junio de 2010, ha logrado asentarse en la oferta hostelera de la margen izquierda del Nervión.
Si nos ponemos estupendos, no todo es sobresaliente allí, pero, escogiendo bien el día, los platos y la compañía, puedes salir satisfecho por un precio módico. Y más que módico, si aprovechas sus ofertas semanales.
El precio es uno de los atractivos de este negocio entregado al picoteo de acento gallego. En barra, las consumiciones van acompañadas, a diario, por dos agradecidos :aperitivos (una pequeña anchoa, un canapé de ensaladilla, una miniempanadilla, una banderilla de patata y txistorra, una rodaja de salchichón…); aunque pidas copa de ribeiro, que se despacha a 1,10€. Y entresemana se fideliza a la clientela con promociones varias. Los lunes, 2×1, así que por unos 15 euros, en total, te puedes tomar zamburiñas, pulpo a feira y dos potes. Imbatible. Los martes se fomenta el consumo de mejillón; pides media ración y te sirven una completa, pides una completa y te invitan a una segunda. Detallazo. El miércoles es el «Día del chipirón»; la ración de encebollados (media docena) cuesta 9€, y por 1€ más te sirven una segunda. Chollazo.
Eso en cuanto al precio. ¿Y la calidad? Si se escoge con tino, se acierta, se puede disfrutar de la charla. Están bien el pulpo (11,50€) y las zamburiñas (10,50), de ahí que hagan buena pareja los lunes. También lo están los referidos chipirones (9,50) y los mejillones; los he comido al vapor y con tomate picante (tigres), pero la oferta se amplia con vinagreta, marinera y rellenos. Y tienen un queso de tetilla ahumado (5€) muy agradable, tierno y suave pero con el carácter del humo.
En cambio, no volveré a pedir calamares bravos (prefiero los de La Mejillonera donostiarra, y con esto lo digo todo), pese a la generosa cantidad de la fuente (6,50€). Y tampoco gambas «salvajes» cocidas. Del montón y salvajes de aquella manera, como hace presagiar su PVP (5€).
La carta de vinos, en el capítulo de blancos, incluye referencias de las denominaciones de origen Ribeiro, Rías Baixas y Monterrei, además de un txakoli; todos entre 8 y 21 euros. Y con la cuenta acostumbrar a regalar un pequeño helado, un Magnum de bocado. Otro buen detalle. Con todo, sabiendo escoger y sin pretensiones desorbitadas, se disfruta en La Batea.
(en ocasiones rehuye la esferificación y abraza el mejillón, Igor Cubillo)
Landaburu, 9; 48901 Barakaldo (Bizkaia)
944 38 96 80
Somos unos finos, y nos tiramos de cabeza al pescado, pero uno también puede acabar saciado con la oferta de carne de Mejillonerías La Batea. Su carta incluye callos con garbanzos (7€), oreja (7,50), lacón (8,50), criollada (9,50)… También hay patatas, pimientos de Padrón y postres. No nos pregunten, no los hemos probado. Somos más de zamburiñas y pulpo, ese gourmet de los mares. Unos finos, ya lo he dicho.
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
Desde Mejillonerías La Batea queremos agradecerte tus palabras y críticas constructivas hacia nuestro negocio, que nos hacen querer mejorar y nos alegran enormemente.
Esperamos tenerle pronto de vuelta en La Batea y no se olvide de avisarnos.
Un saludo.
Gracias por el comentario.
Avisaré, sin duda, para brindar con uno de vuestros vinos gallegos.
Un saludo.