Restaurante La Dársena (Suances). El retorno
Como prometió en su primer artículo sobre La Dársena, en cuanto le sobraron dos billetes de 50 euros Óscar Cubillo repitió en ese satisfaciente restaurante de Suances.
leer másComo prometió en su primer artículo sobre La Dársena, en cuanto le sobraron dos billetes de 50 euros Óscar Cubillo repitió en ese satisfaciente restaurante de Suances.
leer másUna familia que se decantó por el menú del día en La Lonja de Comillas y padeció el servicio distraído y tan lento como el de un mexicano bajo el sol de Jesús.
leer másUbicado en el paseo playero de la siempre reconfortante Suances, el restaurante La Duna ofrece unos menús competentes y baratos, lastrados por el vino de mesa, pocas veces potable.
leer másLa Dársena tiene una terracita que atora el tráfico peatonal, un amplio bar donde nos ponen tapitas gratis, un comedor pequeño, otro grande más recogido y una pecera los mariscos esperan a que los pesquen.
leer másEl comedor del Baste carece de ventanas y lo embarga una atmósfera rústica: techo de cestería entrecruzada, vigas de madera, grueso gotelé verde en las paredes, otra pared de piedra barnizada, cuadros costumbristas en relieve de chistularis y demás, colgadores de forja, suelo de terrazo añejo y de batalla…
leer másLasal conjuga servicio atento, comida sabrosa y local acogedor con espacio amplio, luz clara, manteles planchados y mármol, piedra y madera combinados.
leer másNo tendremos en cuenta los posibles agravantes según los tiquismiquis: barreras idiomáticas, atún por bonito, guisante de lata, champis de bote, menestra de cristal, vino caliente… Estuvo bien Kai-Eder.
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