Pulpo, cebolla, laurel, ajo, pimienta, vino blanco, pimentón, aceite de oliva y sal, no hace falta más para guisar el cefalópodo al estilo Calpe. Te dejamos la receta del restaurante Baydal (Calpe), un clásico de la localidad alicantina.
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Ayer de Mendavia y hoy de la Vega Baja del Segura. Nueva receta de alcachofas, esta vez salteadas con garbanzos y suquet de marisco, según las hace César Anca en Alicante.
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Levanta del sofá y rebusca en el frigorífico puerro, gambas y huevos. Con ajo, aceite, sal y sartén harás un revuelto sabroso y tan sencillo que ni tu madre querrá ayudarte a hacerlo.
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Hay que decir que en Republic Dénia no se come mal; es más, se jama bien. Y me quedo con ganas de probar cosas de su carta.
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(+21 rating, 5 votes)Cargando... Hace unas semanas acudí a Dénia en misión secreta, con el objetivo de deshacer un entuerto y sólo un papel en el bolsillo, dispuesto a dejarme guiar por las instrucciones de la amable Ángela. Mi fuente dianense llenó nada menos que dos caras con sus recomendaciones y sólo me defraudó Sancta Sanctorum, un local de tapas con aspecto de restorán sofisticado, aseado y casi diría que moderno. Pena que, pese a su apariencia, no comiéramos bien, que es de lo que se trata. Empezaré entonando un mea culpa, entre muchas comillas. Porque, sí, reconozco que erré en mi elección; sólo a mí se me ocurre pedir en Alicante pimientos de Padrón, vino riojano, queso manchego… No obstante, y de ahí las comillas, si figuran en la carta deberían dar la talla; la elección fue inapropiada, pero la deslocalización del producto no excusa su escasa calidad, ni su deficiente preparación. En su día, la camarera de un buen restaurante ubicado en la almendra medieval de Vitoria-Gasteiz me desaconsejó el vino Izadi, caldo de moda muy socorrido en bodas y regalos de empresa, al tiempo que lo tildada de “vino para mujeres” (!!). Esta vez, recién aterrizado en la Marina Alta, no le hice caso, me puse la venda en los ojos, pasé por alto todas las propuestas locales y pedí una botella del crianza de Bodegas Izadi (13 euros). Aún me arrepiento. Pero más lamento haber empezado la cena con “pimientos de Padrón” (3,50). Se sirvieron 13, costó terminarlos de tan vulgares que eran y, por otra parte, pese a estar en temporada, no pondría la mano en el fuego porque fueran del mismo Padrón. Permítanme la suspicacia. Al hacer la comanda la casa nos invitó a unas pocas patatas chips que también nos defraudaron (y mira que es complicado) y el pan que nos procuraron (0,50, cada servicio) parecía tostado con algo de mantequilla, un añadido innecesario cuando se trataba de acompañar platos salados. ¿La coca de foie mediana, con su...
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