Fermenta las patatas y obtén un extra de acidez y de umami, al tiempo que logras una textura más cremosa y una cobertura crujiente. Palabra de Pablo Soler, de Pollería San Pablo (Zaragoza).
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Casa raúl es un secreto astur hasta ahora celosamente guardado por los poseedores e iniciados. Descubra en este post donde se hacen las mejores patatas fritas varias salsas y de paso, cursen visita a Naves de Llanes, un pueblu de lo más chulo.
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(+28 rating, 8 votes)Cargando... Donostia-San Sebastián siempre nos recibe con los brazos abiertos. Hacer el pertinente eslalon por la autopista A-8 merece la pena pues, tras las temidas cabinas de peaje y el sinfín de curvas, esperan amigos y familiares dispuestos a entablar conversación, compartir mesa y mantel, y brindar por la certeza de lo que ya pasó y la ilusión de lo que aún está por venir. Uno de los últimos encuentros fue en la Taberna Ekaitz, en lo más alto de Igeldo, justo en el edificio que igeldotarras y antiguotarras conocen como Casa Polipaso, donde uno puede dejar atrás la capital donostiarra y poner rumbo a Orio, donde todavía abundan los lugareños y se dice que lo mejor es pedir croquetas de ensueño, guisos aprendidos en casa, chuleta a la parrilla y pescados como la merluza, que las hermanas Etxarri cocinan con mimo. Pues bien, nosotros pedimos alubias. Y no fuimos los únicos. La meteorología incitaba al cocido y al guiso contundente. Fuera arreciaba la lluvia, no faltaba el viento y el frío atería los huesos, la pequeña terraza estaba desmantelada y numerosos coches reposaban inertes y empapados frente a la austera fachada del asador. Ya sentados a la mesa, casi en el centro de su apretado comedor, decorado con chimenea y profusión de lauburus, pedimos una botella de Muga (19,80 euros), un crianza de 2008 prácticamente infalible, a base de tempranillo (70%), garnacha (20%), mazuelo (7%) y graciano (3%). Clásico, en absoluto audaz, pero un valor seguro. Abrimos boca con unas anchoas ricas (15,40), aunque el abundante aceite, extrañamente, no invitaba a sumergir pan en él. Y cometimos el error de pedir revuelto de morcilla (8,80), que resultó ser una tortilla sencilla e innecesaria, dado que pronto llegarían los sacramentos de la alubiada. ¡Ah, qué sacramentos! Benditos sean. Alabados sean el tierno y sabroso chorizo, la fina morcilla de verdura, la abundante berza y esa tiernísima carne que se deshacía en la boca cual delicada carrillera. Todo dispuesto en cantidad suficiente en el pertinente...
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