Las mujeres, en la cocina
«¿Sabes? He decidido dar más libertad a mi esposa. He ampliado la cocina». No ha pasado tanto tiempo desde que esta gracieta de tasca era contemplada incluso con simpatía por buena parte de esta nuestra sociedad. El hombre debía acudir a trabajar y atender el mantenimiento del coche (quien lo tuviera), mientras la mujer sacaba tiempo y manos de debajo de las piedras para atender a la descendencia (quien la tuviera) y las tareas doméstica, incluido el cocinar.
Las cosas han cambiado, sí. El sentido común se va imponiendo, poco a poco, y cada vez es más difícil escuchar, en la mayoría de los foros, esos chistes gruesos y si acaso algo machistas. Y es que somos muchos los hombres que cocinamos en nuestras casas, no sólo en el txoko o la sociedad gastronómica, con lo cual la chanza pierde toda su gracia. Pero, ¿podemos hablar de igualdad efectiva en la España del Siglo XXI, o es sólo cuestión de fachada? ¿Tenemos idéntico reconocimiento, mujeres y hombres, en los planos social y profesional? ¿Es ecuánime el reparto de méritos, atención y cobertura informativa? ¿Es que ya no somos una sociedad pelín retrógrada? Como diría el Señor Lobo, no empecemos todavía…
Para ilustrar el panorama actual, copio y pego las primeras frases de ‘Las chicas también queremos salir’, entrada publicada en su blog, hace cuatro días, por la periodista Begoña Beristain. Reza así: «¿Cuántas veces habéis escuchado eso de ‘el fútbol femenino ni es fútbol ni es femenino’?. Quita fútbol y pon cualquier otro deporte. Salvo la gimnasia rítmica y el patinaje artístico, que esos sí, esos son deportes ‘para chicas’, los demás son para hombres. Los patinadores, pobres, andan bajo sospecha… La Dirección de Deportes del Gobierno Vasco ha hecho un estudio sobre la presencia y el tratamiento que la prensa generalista y la especializada dan al deporte femenino. Fijaros. De las 15.316 informaciones deportivas analizadas, el 91,44% corresponden a deporte masculino. Las noticias deportivas exclusivamente femeninas no llegan ni al 5%. Más datos, el 40,4% de las noticias de deporte femenino son breves y van sin foto».
La cocina habita un universo paralelo, sí, pues no es un deporte y, además, los cocineros no están bajo sospecha. Pero, a efectos del respecto que nos ocupa, estadísticas y conclusiones son similares. Los ponentes de los principales congresos gastronómicos del país son hombres, prácticamente en su totalidad. Ellos son los mediáticos, acumulan reconocimientos y recortes de prensa. Ahora que hay pastel que repartir, algunos parecen empeñados en invisibilizar a la mujer también entre fogones, en discutir también su protagonismo en la materia. No obstante, en nuestro fuero interno sabemos que las mujeres cocinan igual que nosotros. Incluso mejor. Para dejarnos en evidencia no hace falta recurrir al ejemplo de Carme Ruscalleda, quien atesora siete estrellas Michelin, pues la mayoría lo hemos comprobado en nuestras casas. Sí, todos pensáis que vuestra madre es la mejor cocinera del mundo, ¿verdad? Pues no es cierto, la mejor es la mía. Las amas de casa han sustentado este país y, sin ir más lejos, la revolución de la llamada nueva cocina vasca se cimenta en la leyenda de la hacendosa etxekoandre. Y, qué narices, ocurrencias como la que abre este texto estaban fundamentadas en la certeza de que la mujer cocina rebién.
Así, es necesario emponderarla, reivindicar su papel esencial en el actual boom gastronómico, dinamitar la brecha de género en el sector de la gastronomía. Y para eso han nacido el Congreso Nacional Mujer Gastronómica, en Córdoba, y Parabere Forum, en Bilbao. El primero, organizado por Al-Salmorejo y Celia Jiménez (primera chef andaluza en lograr una estrella Michelin), se celebra hoy y mañana en la Facultad de Filosofía y Letras, y pretende «conocer el trabajo que está desarrollando la mujer dentro de la gastronomía, desde el origen hasta la comunicación, de manos de las profesionales más relevantes en cada uno de los ámbitos que lo conforman».
Para lograrlo, brindará focos y micrófonos a investigadoras, chefs, enólogas, sumilleres y empresarias, y su estructura seguirá «el proceso del ‘fenómeno’ gastronómico». Así, se abordarán cuestiones como la materia prima, su introducción en los canales de distribución, cómo llega a la cocina, cómo la transforman las chefs y cómo se presenta ante el cliente.
Mientras, Parabere Forum toma su nombre de la bilbaina María Mestayer de Echagüe, la conocida Marquesa de Parabere, que no era marquesa pero legó obras como ‘La cocina completa (Enciclopedia culinaria)’. «Si nuestras sociedades están evolucionando hacia una mayor sostenibilidad, una mayor justicia, un mayor crecimiento y progreso social, las mujeres deben ocupar el lugar que les corresponde. En la actualidad, es obvio que hay un déficit de mujeres representantes del mundo gastronómico», señala la organización del encuentro bilbaíno, personificada en la periodista María Canabal.
Para revertir esa coyuntura, se ha organizado un evento estructurado alrededor de la palabra, de debates y conferencias. ¿Sus ponentes? «Líderes de opinión, activistas, científicos internacionales, agricultores y mujeres chefs y sumilleres de los cinco continentes». Tomarán la palabra mujeres como Ruth Reichl (escritora), Kamilla Seidler (chef de Gustu, primer proyecto de la Fundación Melting Pot en Bolivia) e Immaculada Guixe (quien explicará el papel de Oxfam Intermón en Etiopía), pero también hombres como Allan Jenkins, editor de Observer Food Mothly. ¿Sus asuntos? De la gestión de la prensa a la anorexia, de la labor humanitaria a la búsqueda del éxito. ¿Sus fechas de celebración? Los días 1 y 2 de marzo, en AlhódigaBilbao.
Me encantan ambas iniciativas, Mujer Gastronómica y Parabere Forum, pues considero que la mujer, efectivamente, no sólo está amordazada y maniatada en ’50 sombras de Grey’. Así, deseo que, en ambos casos, los organizadores sepan hacer su trabajo, que ambos foros sean un completo éxito y sumen ediciones sin caer en la demagogia o el espíritu del pasquín. Y mi alegría será completa cuando desaparezcan, no por falta de predicamento o interés, sino porque el hecho de minusvalorar el papel de la mujer en el universo gastronómico haya pasado a ser un vago recuerdo e, invertida la situación, los verdaderos guetos sean estos foros especializados.
(ha tenido la mejor cocinera en su propia casa, Igor Cubillo)
web del I Congreso Nacional Mujer Gastronómica
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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