Bacalao en el Museo Naval y en Bodegón Alejandro (Donostia)
Descreídos, no descartéis la veracidad del pasaje bíblico en que Jesucristo camina sobre las aguas. No hagáis como Santo Tomás, quien tuvo que meter sus dedos en las heridas de manos y costado, y mejor pensad que aquello tal vez sucediera en Terranova, donde se contaba que había tanto bacalao que se podía pasear sobre ellas… Realidad o no, ése es sólo uno de los muchos datos y anécdotas que llamó mi atención durante la reciente visita al Museo Naval – Untzi Museoa de Donostia, que hasta el 13 de diciembre acoge la exposición ‘La gran pesca del bacalao’.
La sencilla muestra ha sido concebida para divulgar el conocimiento de una especie que durante décadas alivió los rigores de la larga Cuaresma católica, llenó las despensas de las clases menos pudientes y «forma ya parte de la historia y la cultura vascas. No sólo en el aspecto gastronómico, sino también en el antropológico». Los textos, imágenes, documentos, reproducciones, instrumentos y más objetos reunidos reflejan sus distintos usos y elaboraciones, y prestan especial atención a las artes de pesca a partir del Siglo XVI, cuando los barcos vascos regresaban cargados de gádidos y grasa de ballena, utilizada ésta en industria textil e iluminación.
No era un crucero de placer entonces, ni lo es en pleno Siglo XXI, pues en Terranova imponen su ley la distancia, el frío, el aislamiento, la monotonía y los temidos temporales. Dicha crudeza queda patente en el entretenido recorrido por sus dos plantas, aunque la exposición temporal del Untzi Museoa cobra aún más interés para nosotros por la colaboración de Bodegón Alejandro, el restaurante de la parte vieja donostiarra, que al hilo de la misma ofrece un sugerente menú protagonizado por el bacalao. Y también recoge seis recetas tradicionales en un pequeño folleto que se despacha a un euro. ¿Destino de la recaudación? Un comedor callejero en Boudhanat (Nepal). ¿Preparaciones? Pilpil con txangurro a la donostiarra; tortilla de bacalao; bacalao en salsa verde con patatas; zurrukutuna; kokotxas frescas de bacalao con berberechos descascarillados al txakoli; y ajoarriero.
En cuanto al menú convenido (40,90 euros), éste se compone de ensalada de temporada; tortilla de bacalao; alcachofas con almejas en salsa verde, bacalao al pil pil con txangurro a la donostiarra; postre (torrija o mamia); bebida; y café. Toda una suerte, porque el chef Inaxio Valverde, diestro y honesto, domina el percal, es toda una garantía. Este hombre borda la tortilla, que elabora con cebolla, perejil picado y una pizca de cayena, después de tener el pescado en el horno (120º), durante cinco minutos, sumergido en AOVE. Y la palabra «sobresaliente» se inventó para calificar elaboraciones como ese bacalao confitado al pilpil. De quitarse el sombrero. Si tienes la fortuna, como yo, de que suene el excelso Ruper Ordorika al tiempo que saboreas ese txangurro preparado con puerro y cebolla pochados, y salsa de tomate, la experiencia resulta sublime. Me río yo del ventilador y las proyecciones de Paco Roncero. ¡Ja!
(Igor Cubillo, aka @igorcubillo)
web de Museo Naval – Untzi Museoa
RECETA DE BACALAO AJOARRIERO
(por Inaxio Valverde, de Bodegón Alejandro)
Ingredientes -para 4 personas-
- 600 gramos de bacalao
- 400 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 1/2 cabeza de ajos
- 2 pimientos morrones
- 1 cucharada sopera de salsa de tomate
- Sal
Elaboración
Asar los pimientos en el horno, a 160º, durante 40 minutos, aproximadamente. Sacarlos del horno, dejar enfriar, pelar, limpiarlos de pepitas y cortarlos en tiras.
Por otro lado, poner el aceite en una cazuela junto con la cabeza de ajos, a fuego vivo. Cuando empiece a hervir, bajar el fuego al mínimo y cocinar durante 10 minutos, para que el aceite absorba todo el sabor del ajo. Retirar éste y dejar enfriar el aceite hasta los 70º; añadir entonces el bacalao y dejar confitar a esa temperatura durante 10 minutos. Pasados estos, retirar el bacalao del aceite y desmigar en láminas. Ligar el aceite con el bacalao y el jugo que ha soltado en la cocción hasta obtener un pil pil. Añadir una cucharada de salsa de tomate y los pimientos en tiras, mezclando el conjunto a fuego lento. Rectificar de sal.
Periodista especializado en música, ocio y cultura. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). En el medio de la vía, en el medio de la vida, si hay suerte, tal vez. Ha pasado la mayor parte de su existencia en el suroeste de Londres, donde hace más de 20 años empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Harlem R&R ‘Zine, Ruta 66, El País, Bilbao Eskultural, Ritmo & Blues, Getxo A Mano (GEYC), Efe Eme, Den Dena Magazine, Kmon, euskadinet y alguna otra trinchera. Prefiere los caracoles a las ostras. Qué tío. Anda que…
Ah, tiene perfil en Facebook y en Twitter (@igorcubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF. Se le resisten ciertas palabras y acciones con efe. Él sabrá por qué…
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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