Pista: Beodo (Punta Umbría), alivio en la calle Ancha
La gamba blanca de Huelva cuenta con gran prestigio y sabrosura. Es un bocado delicado y con enjundia que se disfruta doblemente en su tierra, entre Guadalquivir y Guadiana, en la misma costa donde es capturada. Sin embargo, no todo el monte el orgasmo (sic), y uno se planta en la calle más transitada de Punta Umbría, en la larga calle Ancha, y se topa con un montón de bares y restaurantes donde mandan, con honrosas excepciones, la fritura y la fritanga, el marisco de batalla, el engaño, el falso chollo. Por eso es un alivio encontrar ahí mismo un refugio como Beodo, un barcito de espíritu joven, sencillo, informal, moderno y moderadamente internacional con una oferta diferente.
Afectada de riberitis, riojitis y rueditis, la raquítica carta de vinos no incluye referencia local alguna (lástima), pero sí cuentan con una interesante selección de cervezas artesanas: stout, porter, IPA, APA, lager, pale ale, saison, pilsen… Y lo que sale de cocina no es para echar cohetes, no invita al largo peregrinaje, la verdad sea dicha, pero el contexto lo engrandece.
Le faltaba swing al tataki de atún (5€), pese al toque cítrico de la mahonesa. Gustaron las pastelas (1€/ud.), dulce guiño a Marruecos que en versión original envuelve en pasta filo un relleno a base de cebolla, carne, perejil, almendras y especias; en este caso de pollo y aderezado con «cinco especias chinas». Y triunfó el cuenco de yakisoba, otro soplo japonés a base de tallarines fritos, verduras y secreto ibérico (5€).
A los niños les encantan las alitas de pollo con salsa barbacoa (3,50€). Resulta gustoso el risotto de hongos y langostinos (4,50€), hecho a la manera moderna, con bien de lácteo y potenciador. Son jugosas y tiernas las colitas de langostino en tempura (5,50€) con especiada mahonesa kimchee. Queso fundente y secreto ibérico dan enjundia al fálico flamenquín (3,90€) con patatas. Salsa curry-ketchup aporta potencia a las agradables lagrimillas de pollo (3,50€). Y el cartuchito de pescado frito (5,50€) supongo que no mejora lo de alrededor; el calamar estaba salado, el boquerón arruinado de tan seco, la merluza tenía un pase y el adobo sí mejoraba el conjunto con su terneza y buen gusto.
Conclusión, hacen bien saliéndose de la norma y completando su oferta no con gambas y coquinas de todo a cien, sino con salmorejo cordobés (3,50€), croquetas de morcilla de arroz (1€), carrillera ibérica con crema de patata (3,70€), mini hamburguesa «de buey» (3,70€), lomo de vaca vieja a la brasa (9€), huevos rotos con prueba de matanza (8,50€)… Camarero, otra cerveza, que ser beodo no es un crimen. Una indian pale ale estará bien.
(Igor Cubillo)
Beodo
https://www.facebook.com/beodocraftbeer
Calle Ancha, 53; Punta Umbría (Huelva)
Periodista y gastrósofo. Heliogábalo. Economista. Equilibrista (aunque siempre quiso ser domador). Tras firmar durante 15 años en el diario El País, entre 1997 y el ERE de 2012, Igor Cubillo ha logrado reinventarse y en la actualidad dirige la web Lo que Coma Don Manuel y escribe de comida y más cuestiones en las publicaciones Guía Repsol, GastroActitud, Cocineros MX, 7 Caníbales, Gastronosfera y Kmon. Asimismo, vuelve a firmar en El País y es responsable de Comunicación de Ja! Bilbao, Festival Internacional de Literatura y Arte con Humor. También ha dirigido todas las ediciones del foro BBVA Bilbao Food Capital y fue responsable de la programación gastronómica de Bay of Biscay Festival.
Vagabundo con cartel, se dobla pero no se rompe, hace las cosas innecesariamente bien y ya han transcurrido más de 30 años desde que empezó a teclear, en una Olivetti Studio 54 azul, artículos para Ruta 66, Efe Eme, Ritmo & Blues, Harlem R&R ‘Zine, Bilbao Eskultural, Getxo A Mano (GEYC), DSS2016, Den Dena Magazine, euskadinet, ApuestasFree, eldiario.es, BI-FM y alguna otra trinchera. Además, durante dos años colaboró con un programa de Radio Euskadi.
Como los Gallo Corneja, Igor es de una familia con fundamento que no perdonaría la cena aunque sonaran las trompetas del juicio final, si es que no han sonado ya. Sostiene que la gastronomía es el nuevo rock and roll y, si depende de él, seguiréis teniendo noticias de este hombre al que le gusta ver llover, vestirse con traje oscuro y contar historias de comida, amor y muerte que nadie puede entender. Eso sí, dadle un coche mirando al sol, una guitarra y una canción, una cerveza y rock and roll, y no le veréis el pelo más por aquí.
Tiene perfil en Facebook, en LikedIn, en Twitter (@igorcubillo) y en Instagram (igor_cubillo), pero no hace #FollowBack ni #FF.
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