La vida tiene claroscuros. Nada es perfecto pero a veces lo parece. Perfecta es una buena compañía. La tersa carne de un besugo. El sensual trasiego de un sabor yodado por la garganta. Un ribeiro bien frío en un día muy caliente.
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«Señora, ha olvidado traer la morcilla», señaló Mariví. «Yo no he apuntado morcilla», se excusó sin atisbo de pena la agria mesera de sidrería La Duna.
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Lla percepción de un restaurante puede cambiar según el día que hayamos tenido, pero Casa Felipe también ha sido capaz de cambiar un día gris por una tarde que promete.
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En restaurante Urizar el servicio es lento, se quedan fácilmente sin las recetas que anuncian y las raciones, aunque bien presentadas, son cortas.
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Nos ha gustado Querida María. Una propuesta de menú de 17 euros, cuidado y elegante.
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Aconseja el proverbio árabe que «No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio.» Aplicada esta sabia advertencia a la gastronomía se podría reinterpretar con lo que «si lo que vas a recomendar no es la excelencia, shut up!». El Clarete se sale. Es mi debilidad y abiertamente lo reconozco. Me tienen ganado para su causa. Una idea culta, noble y equilibrada de la restauración. Un remanso de paz y sensatez en una distorsionada realidad gastronómica. Aconsejo a los visitantes de El Clarete que, en su primera visita, se dejen llevar y degusten y se sorprendan con una sucesión de platos que tiene mucho de montaña rusa de las emociones. Para empezar un vino sabiamente seleccionado, huyendo de los caldos de toda la vida, de los sabores acostumbrados y viajando hasta Oporto y conociendo la variedad de touriga nacional y tinta roriz. Muy poca acidez, poco complejo y con un excelente maridaje con los platos. Y los platos! Raciones servidas con una exquisita coreografía por las profesionales camareras. Bien explicados y mejor saboreados. Todo excelente pero si me obligan a elegir me quedaré con el punto del marmitako de bogavante o la sorpresa del huevo frito apareciendo de una crujiente cobertura. Los postres, y uno no es muy goloso, de diez. Ya estoy contando los días que faltan para la próxima visita. añadido estas Navidades hemos regresado y como siempre de lo mejor. Acudimos un grupo de 15 personas y todos coincidimos en la calidad del producto, la amabilidad del servicio. Para los que conocíamos un placer para los que no una agradable sorpresa. (Fueron agasajados y mimados en una primera incursión el Ilmo. Sr. don José Luis Farelo y el Dicky, y mucha más gente en la segunda visita) dicky del hoyoPeriodista, con especialización en nuevas tecnologías de la información, redes sociales, relaciones públicas, gabinetes de comunicación, Internet y vídeo. Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Postgrado...
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