(+50 rating, 10 votes)Cargando... En agosto de 2012 ya destacamos en este blog el económico menú del Bar Parrilla Restaurante JJ, titulándolo como la mejor oferta diaria entre la profusa competencia restauradora de la localidad llanisca. Y así siguen sus rectores, en la cima, sin perder comba con un menú de 10 euros excelentemente servido, muy bien presentado, notablemente cocinado, regularmente variado, más barato que los de la competencia e inmediatamente disfrutable. Lo acompaña un vino de mesa potable, aunque mejorable, pero éste no es suficiente pero para su propuesta. A la Parrilla JJ le va tan bien el negocio que ha cambiado a mejor: abajo, en la planta baja, se ha ampliado el espacio del bar de decoración metálica y moderna, y hasta el primer piso, alejado de la barra, se ha trasladado el comedor para ejercicio de los camareros, que suben y bajan los platos por la escalera. La oferta del JJ es tan competitiva que La Txurri siempre desea comer ahí, imagínense. Como cierran los martes, algún día podemos ir a otro lado. La última vez que pernoctamos en Llanes entramos en el JJ, subimos su escalera por primera vez y con diligencia nos atendieron en el comedor. Era lunes y había bastante gente, desde turistas guiris hasta parejas, desde jubilados españoles hasta currelas locales. Bebimos con agua Solán de Cabras y tinto Viña Coyanza, de León, de mesa, violáceo y fresquito, que entraba sin raspar. De primero ese día había paella y fideua que no vimos en ninguna otra mesa, porque casi todo el mundo pedía lo mismo que nosotros: Susana una ensaladilla rusa con ingredientes en trozos gruesos y poca mayonesa, lo cual ella solventó a su gusto con chorritos de vinagre; y yo un pote asturiano colosal, suave y suculento. Abandonaron en la mesa el perol y me serví varias veces hasta no dejar más que un trocito de patata. Gocé con cada sabrosa legumbre, el tocino estaba bien y no era mucho, el chorizo resultaba aparente, la...
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(+49 rating, 12 votes)Cargando... Cuando se publicó el molón post de la sidrería El Bodegón, esa tan exitosa y populosa de Llanes, recibí un mail del amigo Jonbi recomendando: «Si estás por ahí no dudes en ir a Puertas de Vidiago, pegando a Llanes, a cuatro kilómetros, y comer en Casa Poli». En cuanto lo recordé le hice caso, claro, y visitamos Casa Poli a la ida y a la vuelta de nuestra última incursión llanisca. Cuando se c oncluya ese tramo de autovía no sabemos qué sucederá con la empresa restauradora, pues ahora está pegada a la carretera general, de obligado tránsito, tras un paso a nivel y en el centro del pueblo. Parece que todo el pueblo le pertenece, con su parking privado incluido. Tiene también una página web mala. La parroquia acude al Casa Poli en procesión, más los fines de semana y no digamos cuando hace buen tiempo. El edificio es una antigua cuadra remozada y ahora acoge un bar, cuatro comedores rústicos y en verano el patio hace las veces de quinto figón. Y me gusta ir a sus ‘retretes’, pues me recuerdan a los de los bares que poblaron mi infancia rural. La pega es que en Casa Poli no reservan. Es un negocio similar (barra, comedores, venta de productos locales) al no lejano en la distancia Casa Cofiño. Bueno, ellos no reservan y yo no dejo propina. (Al escribir estas líneas telefoneé y me dijeron que sólo reservan para la 1.30, y que entre semana no suele haber problema.) El caso es que fuimos a Casa Poli un domingo, a la ida hacia Poniente, y el encargado nos advirtió que no reservaban y que nos diéramos prisa si queríamos ver la aldea pues sólo tenía una ‘mesina’ libre para dos. Je, je… Así que nos quedamos sin rechistar y acabamos tan a gusto del ágape que decidimos repetir comida dos días después, a la vuelta hacia Levante. Casa Poli se define como preservadora de la cocina asturiana...
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Reseñamos los mejores restaurantes de Llanes y, como pista extra, añadimos experiencias para visitar y rutas para recorrer en el Oriente de Asturias
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Algunos jueves mi jefe Cuchillo me deja sitio en este blog para que cuente mis experiencias. Es como cuando a los niños les abren las puertas del recreo y se ponen a jugar. Me lo paso bien en este blog, carajo. Así que tenía programado un post que verán en breve y que se llamará «Diez restaurantes imprescindibles del Oriente Asturiano» y es que mucha gente me pregunta a qué restaurante ir en la zona de Llanes y ya estoy cansado de explicarlo de viva voz, así que, a partir de que se publique ese post, haré un corta y pega del enlace y diré a los preguntones: «miradlo en Lo que Coma Don Manuel (coñe)». Que ésta es una bitácora que divierte, enseña y entretiene (y de vez en cuando hasta regala mariscadas). Pero esta semana he tenido dos acontecimientos gastronómicos y, como dice el chiste, uno ha sido bueno y otro malo. ¿Cuál queréis que os cuente primero? – ¡El bueno, el bueno! Ya veo. Así que empecemos por el malo. Me pregunto, ¿por qué, si hay tanto profesional de la hostelería en paro, en determinados sitios se contrata a gente que no tiene ni idea? Y sobre todo, si no saben, por qué no hay nadie, un encargado o un dueño, que les enseñe y les corrija. Y por qué esos lugares con un servicio nefasto pretenden sobrevivir en un mercado cada vez más complicado. Y lo digo porque esta semana un grupo de cinco amigos acudimos al restaurante De Santa Rosalía, sito en la calle Calle Diputacion, 8, de Bilbao. No pensábamos comer allí pero se nos hizo tarde y contemplamos la posibilidad de hacerlo. La primera experiencia en la terraza con tres vermús fue surrealista. Somos fans del vermú blanco y, como sabemos que en nuestra zona eso no se lleva, insistimos en el color, tres veces. Tres vermús blancos. Y apareció la señorita con vermú rojo, claaaro. Un error lo comete cualquiera pero lo que no es de recibo...
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Comer bien a precios ajustados. Nada más y nada menos. Eso es lo que ofrece Casa María, situada en el bello pueblo de Mestas de Con, junto a Cangas de Onís.
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El Roxín está en el Mazucu. Allí se desarrolló una de las batallas más épicas de la Guerra Incivil Española
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Si ustedes quieren comer muy bien, en sitio elegantorro y hacerlo a justiprecio ese es el lugar: el Siete Puertas. En el centro de Llanes que, es como decir, en el primer círculo del paraíso.
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Sidrería Muros. trata muy bien la carne a la brasa y los cortes, si no queremos ir al eterno chuletón, son peculiares y diferentes. Es un sitio que es mejor visitar fuera de temporada.
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Casa Poli, una casona típica con varios comedores y un patio interior. Un clásico de la zona, un lugar que congrega multitudes y en el que es recomendable acudir a comer a horarios tempranos si no queremos que la espera sea muy larga, ya que tienen por costumbre no hacer reservas.
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El Riu Calabres es uno de esos sitios en los que el corazón se siente reconfortado y el estómago agradecido de haber acudido a su elegante comedor.
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Si me pagaran un leuro cada vez que, paseando tranquilo por las calles de Naves (Asturias, conceyu de Llanes), un coche, con pareja, se me ha puesto al lado, ha asomado un cabecita y me han preguntado por cómo llegar a la playa de Gulpiyuri… Si me pagaran ese leuro, a estas alturas sería millonario o me saldría gratis el chuletón que ponen en el Cabañón (en Naves). Me lo han preguntado tanto que ya me siento navisco honorario y me enorgullezco de dar una de las mejores explicaciones para llegar hasta la playa, que no es playa pero sí es playa, yo me entiendo. Por contar, como se lo cuento a ustedes, lo narro a los que me preguntan hasta con misterio, novelado, con voz profunda y con aviso de sorpresa. Pero no se lo desvelo aquí porque si no conocen Gulpiyuri verán que merece la pena llegar y sorprenderse. Naves merece una visita, o dos, o tres, o una docena, por sus playas, por sus paisanos tranquilos, por las dos fiestas patronales, dos, que atraen miles de personas y convierten un pueblo en algo parecido al Rock in Río. También hay que ir por los culines de sidra en Casa Raul y por ese dulce no hacer nada de las tardes de septiembre, cuando después de haberte tostado en una playa cercana te acercas y paseas tranquilo y hueles los jazmines y te estalla en la retina el naranja de las capuchinas, y el mirlo canta y todo está muy cerca de ser perfecto. Por el centro de Naves pasa también la ruta Norte del Camino de Santiago y allí ves a los esforzados peregrinos de todos los países y condiciones dejándose las suelas en busca del próximo albergue. Y, sí, hay que ir por El Cabañón. In the Cabañón we trust. Fuimos fieles al Cabañón incluso una escasa etapa de travesía en el desierto en la que no nos gustaba tanto, pero ahora ya es lo que fue. Ocho años llevamos yendo, unas cuantas...
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Nota 6 de noviembre de 2012 Tras un cierre de unos meses el Pizá ha regresado con nueva gestión. De ello damos cuenta en este post ————————————————————————————————– Que bello es Porrúa. Pueblo ejemplar asturiano. Nos gusta porque es la sede del fabuloso Mercau Astur, el de los meses de agosto. Un mercado exuberante en el que todo el pueblo viste las mejores galas astures, en el que hay pasacalles, actuaciones, puestos de artesanía, comida, bebida, sidra y gente guapa escanciando. En el que, por un momento, te sientes transportado a un mundo idílico en el que todo era más bello y luminoso (no sabemos si ese mundo fue así, pero al menos, durante un día, ese mundo es). También en Porrúa está el Museo Etnográfico del Oriente Asturiano. Si no lo han visitado corran a verlo. Si han estado, coincidirán conmigo que es una instalación cultural a la que hay que regresar periódicamente porque es una maravilla, divierte, enseña y emociona. Y enfrente del Museo, alguién hace muchos años se comió un aguacate y tiro la semilla a un prau y allí crece uno de los mayores árboles de este fruto. Majestuoso, enorme, bíblico: una pasada. Y en Porrúa tiene su sede la Banda de Gaitas LLacín que, si tienen la suerte de escucharla en todo su brillo, emociona. Es escucharla y uno que, para eso de la épica es bastante descreído, siente que su bello vello se eriza y dan ganas de gritar «Libertad» y conquistar Escocia. En Porrúa tenemos amigos y proveedores, o una combinación de ambas figuras. Y todos, pese a la fama, de la que hablaremos otro día, son gente lista, noble y divertida. Socarrones, del terruño y sin tonterías, como nos gustan los paisanos, que para eso estamos en Asturias. Y como tenemos media sede en tierras astures, los visitantes cuando llegan nos preguntan aquellos sitios donde mejor comer y qué lugares visitar. Tenemos un suelto preparado,que ponemos en el correo electrónico. Sólo para los amigos, porque...
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