Restaurante Rincón de Diego (Cambrils). Nivelón en la Costa Dorada
Rincón de Diego se halla cerca del puerto, donde se alinean tantos restaurantes más populares con sus terrazas cubiertas preparadas.
leer másRincón de Diego se halla cerca del puerto, donde se alinean tantos restaurantes más populares con sus terrazas cubiertas preparadas.
leer másEl Ikea es uno de los restaurantes de postín de Vitoria, pero es muy cara su cocina innovadora, que presume de elaboración y sentido común en su web.
leer másEl bar-restaurante Amita está un poco esquinado, alejado de las terrazas que dan a la playa y de los bares que dan al puerto, pero tiene mucha clientela.
leer másFuimos a Los Guaranís no dejamos ni un charquito de salsa, ni un grano de arroz, ni un rastro de nata, ni una gota de agua ni, claro, ni una gota de vino.
leer másEn Casa Navarro el menú del día no se expone abajo, en la puerta, sino arriba, en el comedor. Nos cambiaron los cubiertos entre plato y plato y ese viernes había cuatro primeros:
leer másEl Casa Lita abrió en 2003 pero aún parece nuevo a pesar del desgaste de la mucha madera que lo compone. Según publicó el periódico Alerta en diciembre de 2010, es «la barra más espectacular de Santander».
leer másEn la Semana de Pascua vacacionamos en Cambrils, Tarragona, municipio de larga tradición turística española. En esos días estaba lleno de parejas vascas con niños, sobre todo matrimonios guipuzcoanos que hablaban en euskera sin parar. Me sentaba en el paseo marítimo y de cuatro parejas que pasaban tres hablaban vascuence y la cuarta… caminaba silente. Durante esas vacaciones no me lo pasé demasiado bien: me sentía rodeado de vascos, La Txurri solo me hablaba de Matemáticas y de los zotes de sus alumnos, muchos bares estaban cerrados y los abiertos eran enormes pero no tenían ambiente (ni clientela), y el clima no acompañaba (cuando me arrojaba a la piscina me sentía un cubito de hielo en un gin-tonic… brrrruuuu). Haciendo memoria, mis mejores momentos fueron los de los almuerzos por ahí, los desayunos en el hotel Maritim (¡había morcilla!), las visitas al cercano Salou donde bebíamos pintas a dos euros en terrazas mirando al mar, la compra que hice en la vinoteca/licorería Morell de Cambrils, y las copas de cava con pinchos que consumíamos de abrebocas en el bar Lekeitio de Cambrils, enorme, con dos entradas a sendas calles, dos barras, terraza trasera, varios ambientes de comedores, cartas de vinos, de tapas, de raciones, de carnes y de pescados… y manadas de parroquianos vascongados… Estaba rodeado, sí. Antes de llegar a la costa mediterránea busqué en Internet los mejores restoranes de la localidad, o los más interesantes para mis pretensiones. Y de chiste lo que me acaeció ya en el pueblo: dos de mis seleccionados estaban cerrados por descanso semanal, otro cerrado por reforma, otro clausurado por jubilación (yo ya estaba desmoralizado) y había otro rechulo al que La Txurri se negó a entrar porque ponía la música a volumen alto. No exagero para hacer la gracia. Aparte, en Cambrils, créanselo, hay dos restaurantes con estrella Michelin: el Can Bosh, del que hablamos hoy, y El Rincón de Diego, aún mejor y del que escribiremos próximamente. En la provincia de Tarragona hay un tercero...
leer másCuando reabrió, por su diseño modernista, El Ancla parecía un local más de la cadena de bares de pinchos que ha brotado triunfal en Las Arenas.
leer másEn la gran calle comercial, a unos 20 metros del Celler del Roser, unos paneles anunciaban su carta y un menú diario que ya había caducado.
leer másEl Café Suizo lo frecuenta gente bien, señoras mayores con posibles (aunque coman enjoyadas y maquilladas sándwiches americanos en su terraza) y visitantes dispares, a veces turistas como nosotros.
leer másNos sentamos en un comedor del Casa Gelín durante las pasadas VIII Jornadas de los Productos Gastronómicos de Cantabria. Elegimos su competitivo menú degustación de cinco platos más bodega por 30 lereles.
leer másA pesar de las novedades negativas, el restaurante santanderino Lasal sigue siendo nuestro favorito.
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