Casa Ojeda (Burgos). Elegancia, tradición e imaginación
La gente entendida aconseja unánimemente reservar mesa en Casa Ojeda. Pensando en los corderos, dice mi aita que vale más una hora en el Ojeda que cuatro días en el campo.
leer másLa gente entendida aconseja unánimemente reservar mesa en Casa Ojeda. Pensando en los corderos, dice mi aita que vale más una hora en el Ojeda que cuatro días en el campo.
leer másLa Vasca es un restorán casta, profesional, de larga trayectoria (fundado en 1926), clientela fija y satisfecha, y maneras básicas, costumbres inquebrantables (las culinarias, no las sociales) y cocina atemporal.
leer másSalamanca vive un idilio permanente con el mamífero artiodáctilo del grupo de los Suidos, animal divino que procura las chacinas que han dado fama mundial a la comunidad castellana. Por eso no nos extrañó ver este cerdo frente a la Cafetería Castilla de Ciudad Rodrigo
leer másEs posible comer algo diferente si se acude a La Viuda Rica, donde la tradición gastronómica se aborda sin nostalgia, cortapisas ni inmovilismo. Donde se ofrece una carta moderna, algo atrevida y surtida también de pescados que dicen traer de Huelva.
leer másEsta escena campestre, plasmada en 77 azulejos, decora la fachada de La Posada, justo junto a la entrada a esa la taberna-restaurante burgalesa, de ambientación taurina, que se dice especializada en carnes de buey y lechazo asado al horno.
leer másLa Comidilla de San Lorenzo, bar que exhibe cierta modernidad burgalesa y aspira al título de campeón de Castilla de la Tapa Elaborada. A precio ciertamente de campeonato, todo sea de paso.
leer másCasa Méndez es un restaurante pequeño que, por lo que adivinamos tras la rápida mirada a su comedor se surte fundamentalmente de los alojados en el hostal aledaño.
leer másEl cocido maragato se come al revés, si. En orden diferente y contrario al que normalmente se come el cocido. Es decir el orden sopa-garbanzos-carnes se convierte en carnes-garbanzos-sopa. Esa es la gracia en Casa Maragata II.
leer másLa Paloma, un mesón de corta existencia que nos satisfizo con su oferta de ibéricos, su arte a la hora de preparar una buena ensalada, su tratamiento de la ternera y sus precios contenidos.
leer másEn Blanco y Negro vimos un lugar pequeño, coqueto, abarrotado de gente eufórica por la comida (y la bebida) y decidimos que allí había que comer a toda costa.
leer másSuele ocurrir que el desconocido se sorprende gratamente cuando al tomar su vino, refresco o lo que se tercie le ponen una buena tapa que en algunas ocasiones no desmerece al pintxo. Y eso sucede en todos los bares, tabernas, no solo de León capital, sino de toda la provincia.
leer másLas pizzas de Ponte Vecchio Las pizzas son sabrosas y están compensadas, y si tuviéramos que destacar alguna optaríamos por el calzone, el preferido de una de las comensales asiduas.
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