Moby Dick (Ondarroa). El mejor sitio del pueblo
El Moby Dick no es ningún chiringuito, aunque sólo abra en verano y exhiba decoración marinera: remos, un timón, campanas, fanales, salvavidas, ojos de buey…
leer másEl Moby Dick no es ningún chiringuito, aunque sólo abra en verano y exhiba decoración marinera: remos, un timón, campanas, fanales, salvavidas, ojos de buey…
leer másLa Bodega Urbana la pusieron recientemente en marcha los enólogos Ana Martín y Pepe Hidalgo, con idea de combatir el aire elitista que envuelve de un tiempo a esta parte, y cada vez en mayor medida, al mundo del vino.
leer más(+59 rating, 14 votes)Cargando... Descubrimos el restaurante mejicano La Hacienda en una cena de cuadrilla para despedir el 2012. Por aquel entonces, los Manueles aun no contaban con mis servicios, por lo que estaba deseando volver para sacar las oportunas fotos y dar a conocer al mundo esta genuina (y barata) tasca mejicana que bien merece el desplazamiento hasta la localidad sardinera. Situado en la misma calle que el afamado Kai Alde, llama la atención del viandante por sus psicodélicas luces de neón, que le dan un cierto aire de restaurante de despedida de solter@. Una vez dentro, los lauburus de las paredes hacen deducir que, antes de ser tasca mejicana, aquello era un batzoki o similar. Yo creo que han hecho bien en no quitarlos… le dan un toque de lo más eusko-kitsch al asunto. Mientras preparan la mesa, tienen el detalle de invitarte a unos chupitos de margarita y unos pintxitos de tortilla (otra muestra de la fusión entre culturas) para que la espera no se haga tan tediosa. Aunque las dos veces que hemos ido, a los cinco minutos ya estábamos en la mesa. Por lo que es más bien el equivalente al aperitivo-snack de los sitios de postín. La carta no es muy extensa, la verdad (habrá a quien incluso le parezca escasa): unos 7 entrantes y otros tantos platos principales. Pero, ¿para qué más? Si total con el mejicano pasa un poco como con el chino, que al final todos pedimos sota, caballo y rey. Anotada la comanda por el amable camarero (de Monterrey de pura cepa), nos traen sin haberlo pedido un platazo de patatas fritas auténticas, no de las congeladas, doradas por fuera y blanditas por dentro, con dos salsas para ir abriendo boca. Otro detalle (aunque las patatas fritas no creo que sean muy mejicanas, no…) de los que no se ven a menudo y que a mi, personalmente, hacen que me quede con buen recuerdo de los sitios. Para empezar, como no podía ser de...
leer másTradición y refinamiento. Ambas características confluyen en perfecta armonía de la mano del chef Alberto Zuluaga, quien, sin duda alguna, es desde hace mucho tiempo uno de los referentes y máximos exponentes de la cocina bizkaina.
leer másEn Migaea, excelentemente atendidos, gozamos del menú, con vajilla colocada con guantes blancos , buena cristalería y la decantación atenta y constante del agua y el tinto.
leer másEl servicio fue ceremonial en restaurante Zortziko. Nos dirigieron al comedor principal y versallesco y nos ubicaron en la mejor mesa, esquinada, con vistas a todo el salón, de techos altos y decoración hiperclásica: lámpara de araña, mesas redondas, sillas Luis XVI, chimenea…
leer másUna visita al prestigioso Restaurante Aretxondo, de aire arquitectónico vasco, gastronomía tradicional, amplio local con mesas separadas, clientela que no chilla, vistas estupendas a los montes verdes, aparcamiento con numerosas plazas, bar y terracita…
leer másAlgunos jueves mi jefe Cuchillo me deja sitio en este blog para que cuente mis experiencias. Es como cuando a los niños les abren las puertas del recreo y se ponen a jugar. Me lo paso bien en este blog, carajo. Así que tenía programado un post que verán en breve y que se llamará «Diez restaurantes imprescindibles del Oriente Asturiano» y es que mucha gente me pregunta a qué restaurante ir en la zona de Llanes y ya estoy cansado de explicarlo de viva voz, así que, a partir de que se publique ese post, haré un corta y pega del enlace y diré a los preguntones: «miradlo en Lo que Coma Don Manuel (coñe)». Que ésta es una bitácora que divierte, enseña y entretiene (y de vez en cuando hasta regala mariscadas). Pero esta semana he tenido dos acontecimientos gastronómicos y, como dice el chiste, uno ha sido bueno y otro malo. ¿Cuál queréis que os cuente primero? – ¡El bueno, el bueno! Ya veo. Así que empecemos por el malo. Me pregunto, ¿por qué, si hay tanto profesional de la hostelería en paro, en determinados sitios se contrata a gente que no tiene ni idea? Y sobre todo, si no saben, por qué no hay nadie, un encargado o un dueño, que les enseñe y les corrija. Y por qué esos lugares con un servicio nefasto pretenden sobrevivir en un mercado cada vez más complicado. Y lo digo porque esta semana un grupo de cinco amigos acudimos al restaurante De Santa Rosalía, sito en la calle Calle Diputacion, 8, de Bilbao. No pensábamos comer allí pero se nos hizo tarde y contemplamos la posibilidad de hacerlo. La primera experiencia en la terraza con tres vermús fue surrealista. Somos fans del vermú blanco y, como sabemos que en nuestra zona eso no se lleva, insistimos en el color, tres veces. Tres vermús blancos. Y apareció la señorita con vermú rojo, claaaro. Un error lo comete cualquiera pero lo que no es de recibo...
leer másLa calidad del producto es buena y la cocina funciona bien en Itsas Azoka. Ni un plato estaba mal cocinado o tenía alguna pega, pero fallaba ligeramente el servicio.
leer másGuria Bistrot, un espacio habilitado junto a la barra, pero con la mayoría de sus plazas a resguardo de miradas indiscretas, dispone de una carta con precios terrenales y de menú del día.
leer másEntre todos los comentarios que recibamos hasta el próximo lunes sortearemos una mariscada Illas Cíes, por gentileza de los organizadores de Marisgalicia.
leer másSe presentaban ante nosotros dos opciones en El Viejo Zortzi: a) pedir tapas o raciones en la barra; o b) cenar como señores en mesa con mantel.
leer más
Comenta, que algo queda