Restaurante Riu Calabres (Posada de Llanes). Un placer con vistas al Cuera
El Riu Calabres es uno de esos sitios en los que el corazón se siente reconfortado y el estómago agradecido de haber acudido a su elegante comedor.
leer másEl Riu Calabres es uno de esos sitios en los que el corazón se siente reconfortado y el estómago agradecido de haber acudido a su elegante comedor.
leer más(+5 rating, 1 votes)Cargando... Todos los que nos declaramos cocinillas aficionados tenemos un libro de cabecera. En España el libro de referencia ha sido (y sigue siendo, pese a los Argiñanos, De Jorges y otros fenómenos mediáticos) el «1080 recetas de cocina» de Simone Ortega. Un manual que también nos ha sacado de algún apuro pero que, en ocasiones peca de elitista o trasnochado. Si a un libro de cocina se le puede catalogar por las manchas de grasa, diremos que este tiene unas cuantas; ha sido bien usado. Hoy sin embargo nos embarga la emoción. O nos embraga, que tanto da. Juega el Athletic su Copa en Madrid y queremos rebozarnos, salpimentarnos, enharinarnos, freírnos vuelta y vuelta en el sentimiento Athletic. Para eso nada mejor que el libro que veneramos y que, hemos pedido heredar. Una primera edición, sorprendentemente bien cuidada que atesora mi ama y que ha servido para dar un toque de bilbainía rotunda a las comidas de la infancia. Hemos de reconocer que algunas de las recetas de este libro no pasarían un control dietético y que otras probablemente acabarían atascando irremediablemente nuestras arterias, pero, amigos, creo que no hay libro más bilbaíno a la hora de hacer comidas. Vicenta, Úrsula y Sira Azcaray tuvieron el enorme privilegio, concedido a unos pocos, de nacer en Bilbao en la feliz década del 70 del 1800. Sus padres poseían un txakoli que luego se transformaría en el restaurante El Amparo. Las hermanas visitaron para aprender cocina de fuste, que diría el añorado Egillor, la Francia que era el referente cocinerista de entonces en la burguesía del Bilbao. Ese toque afrancesado que consiguieron (venga mantequilla!!!) , más las recetas de Bilbao de toda la vida, dieron como resultado una «nueva cocina vasca» avant la letre. Tuvieron tanto éxito que los clientes les pedían sus recetas y ellas se aplicaron en la tarea. Hicieron mucho sueltos manuscritos que luego, un hermano, se encargo de reunir en el libro El Amparo su hit parade que...
leer másSi me pagaran un leuro cada vez que, paseando tranquilo por las calles de Naves (Asturias, conceyu de Llanes), un coche, con pareja, se me ha puesto al lado, ha asomado un cabecita y me han preguntado por cómo llegar a la playa de Gulpiyuri… Si me pagaran ese leuro, a estas alturas sería millonario o me saldría gratis el chuletón que ponen en el Cabañón (en Naves). Me lo han preguntado tanto que ya me siento navisco honorario y me enorgullezco de dar una de las mejores explicaciones para llegar hasta la playa, que no es playa pero sí es playa, yo me entiendo. Por contar, como se lo cuento a ustedes, lo narro a los que me preguntan hasta con misterio, novelado, con voz profunda y con aviso de sorpresa. Pero no se lo desvelo aquí porque si no conocen Gulpiyuri verán que merece la pena llegar y sorprenderse. Naves merece una visita, o dos, o tres, o una docena, por sus playas, por sus paisanos tranquilos, por las dos fiestas patronales, dos, que atraen miles de personas y convierten un pueblo en algo parecido al Rock in Río. También hay que ir por los culines de sidra en Casa Raul y por ese dulce no hacer nada de las tardes de septiembre, cuando después de haberte tostado en una playa cercana te acercas y paseas tranquilo y hueles los jazmines y te estalla en la retina el naranja de las capuchinas, y el mirlo canta y todo está muy cerca de ser perfecto. Por el centro de Naves pasa también la ruta Norte del Camino de Santiago y allí ves a los esforzados peregrinos de todos los países y condiciones dejándose las suelas en busca del próximo albergue. Y, sí, hay que ir por El Cabañón. In the Cabañón we trust. Fuimos fieles al Cabañón incluso una escasa etapa de travesía en el desierto en la que no nos gustaba tanto, pero ahora ya es lo que fue. Ocho años llevamos yendo, unas cuantas...
leer másSidrería El Almacén era eso, un antiguo almacén fuera del meollo llanisco, pero eso le da más encanto; el pasear por las calles empedradas y fuera del lío, comer alguna de sus especialidades, que no son muchas, pero que siempre están perfectas de punto y sazón.
leer másXagarda empezó su andadura hace relativamente poco, se ha especializado en platos combinados y ahora es un must de la costa llanisca. Suele tener llenos diarios.
leer másEn el Jornu son especialmente buenos con el pescado salvaje del Cantábrico. En ese campo no tienen nadie que les haga sombra en kilómetros a la redonda. Lo saben y se sabe.
leer másEl restaurante del hotel Kaype-Quintamar tiene un más que decente menú del día, que suele bordar la paella y las ensaladas y cambia de precio con más rapidez que las cotizaciones de la Bolsa de Atenas.
leer más(+18 rating, 4 votes)Cargando... Un descubrimiento, un placer y un sitio para volver. El sábado, llamados por la repentina y merecida fama que ha logrado el chef Ricardo González con su segundo puesto en el Campeonato de España de Jóvenes Cocineros, acudimos a El Retiro, en el Pancar. Llegar tiene su truco y es que su dirección, carretera del Pancar sin número despista al GPS más avezado. Así que, para que no se me pierdan cuando vayan, lo mejor es coger la carretera a Pancar que sale desde la estación del tren en Llanes y conducir recto hasta llegar al pueblito de Pancar. El restaurante está a unos tres kilómetros del centro urbano de Llanes y eso forma parte de la sorpresa. Nadie diría que en ese bar de pueblo, tras una barra llena de paisanos tomando cerveza pueda estar uno de los mejores restaurantes del Conceyu y de Asturias. [slideshow] Una vez superado el choque de pensar que vamos a comer en un bar con mesa corrida, dejamos atrás la puerta de cristal y entramos al comedor y allí todo cambia. Un coqueto comedor con unas diez mesas, con distancias considerable entre ellas, con una cuidada puesta en escena y con un decorado puesto por la naturaleza e imposible de superar. Y es que El Retiro, su comedor, está ganado a la montaña y una de sus paredes es la caliza asturiana en todo su esplendor. La atención de sala es espontánea y cariñosa. Enseguida se preocupan de atender la comanda y te explican con todo detalle el menú, que no es extenso pero que tiene, como veremos, hallazgos dignos de mención. Comenzamos con unos aperitivos puestos por la casa y que estaban compuestos por una crema de queso, una manteca de cerdo con el sabor al cocido y a la matanza y un delicado salmón marinado con aguacate y huevas. Un detallazo. Luego, en lo que a nuestra elección se refiere, decidimos y creo que lo hicimos bien. Empezamos por unas croquetas...
leer másLos Piratas del Sablón, un curioso vivero de marisco, un sitio recio y sin lujos donde comerás junto a la piscina en la que centollos y bogavantes esperan su turno de ser sacrificados. Y comerás bien.
leer másNos encanta El Estupendu. Y su gente. Auténticos, un paisanaje en vías de extinción. Son la caña, tan peculiares como una araña en su tela bailando con una mariposa.
leer másEl comedor de Casa Pilar es coqueto y está presidido por un acuario en el que se pueden elegir las langostas que luego degustaremos, si nos place.
leer másEn la ruta hacia el Mazuco, lugar de una legendaria batalla de la Guerra Incivil española, encontramos El Sucón. La carretera es estrecha y el hallazgo es imprevisto, pero encajada en la ladera está la casa de comidas. El menú del día es asturiano y recio. Un pote y jabalí, ahí es nada. La atención tranquila y el resultado inmejorable. Como todo lo de la zona, una inmejorable relación calidad/precio. El típico sitio que ruegas que no se masifique, pero que no puedes evitar recomendar. Para volver muchas veces. (dicky) Web de El Sucón Carretera General, s/n Caldeueño33500 Llanes – Asturias 985 406 222 Así se las gastan en El Sucón (foto: Gastroranking) dicky del hoyoPeriodista, con especialización en nuevas tecnologías de la información, redes sociales, relaciones públicas, gabinetes de comunicación, Internet y vídeo. Licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco. Postgrado en Mecanización de la Información promovido por la Unión Europea. Estudios de Filología Inglesa. Formación en multimedia, diseño web y gestión de empresas. Radio Euskadi: redactor de informativos y director del programa especializado en nuevas tecnologías «Frontera Azul», galardonado con el premio MTV. Radio Nacional de España: director de «A primera hora». Corresponsal de las revistas del grupo editorial Heres. Euskal Telebista: redactor del magazine cultural «Vasta con Uve». Responsable del departamento de Publicidad de la televisión local Tele Donosti. Sección de Internet y Multimedia de grupo audiovisual vasco Desarrollo de proyectos: deusto.tv , sitio web de la Fundación Buesa y otros. Asesor de prensa en cosas. ¿Qué cosas? ¿cosas de gobierno? Sí, Peter, cosas del gobierno. Orgulloso miembro (con perdón) del club de remo Kaiku (cuando ganaba). Hago karate (Shotokan) y subo montes y montañas y cojo olas. In the mood for...
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