Los Echapresto miran por segundo año a las cocinas de pueblo
Cocineros y productores procedentes de dos países y siete provincias compondrán en Cocinas de Pueblo una semblanza que permita visibilizar la gastronomía en los entornos rurales.
leer másCocineros y productores procedentes de dos países y siete provincias compondrán en Cocinas de Pueblo una semblanza que permita visibilizar la gastronomía en los entornos rurales.
leer másSe produce en Alfaro (La Rioja), a partir de viura, y es uno de nuestros vermús preferidos. Por su peculiar equilibrio entre atinado amargor y un dulzor nada melifluo ni forzado que redunda en cierta complejidad bien atractiva.
leer másEl trabajo de Fernando Sáenz Duarte, heladero, no está tan alejado del que realiza el guisandero; simplemente estudia cómo se comportan los ingredientes en otro rango de temperaturas. Emplea el mismo «sentido gastronómico» en sus recetas, aunque se sirva de técnicas distintas.
leer más(+15 rating, 3 votes)Cargando... ¿Qué me gusta más, beber vino o viajar? Beber no está del todo bien considerado, así que, aunque nunca como entre bebidas, mentiré y diré que prefiero hacer turismo. Aunque recuerdo un viaje a México haciendo la conga en la cubierta de un barco y bebiendo txupitos de tequila rosado… Qué narices, me gusta más libar buen vino. Y, ya, la releche es poder conocer nuevos lugares al tiempo que descubres caldos, visitas bodegas y jamas como un señor. Eso es posible hacerlo en Rioja Alavesa, un territorio entregado al cultivo de la uva. Por eso no es de extrañar que Laguardia, una de sus principales poblaciones y, por otra parte, el pueblo más bonito de Álava, acoja un interesante encuentro de enoturismo. El Centro Temático del Vino Villa Lucía, de dicha localidad, acogió, los días 14 y 15 de noviembre (ejem, si, han leído bien), la tercera edición del referido III Foro de Comunicación Enoturística, e hicimos un poder para acudir al mismo. El día 14 madrugamos más de lo deseado, arrancamos el motor, cargamos un puñado de discos de Quique González y nos dirigimos allí. Siempre recordaré, por su espectacular belleza, el ramo final del recorrido, entre viñedos teñidos de colores vivos, cubiertos de hojas granates, anaranjadas, verdes y amarillas, un cromatismo fascinante que pronto fue barrido por vientos y heladas. Una imagen grabada en la memoria, un recuerdo imborrable, una estampa más que recomendable, necesaria. Al llegar, me acredité, me reconfortó la sonrisa de la chica de información al pronunciar (yo) Lo Que Coma Don Manuel, y escuché a los políticos de rigor referirse a las bondades de Rioja Alavesa y de la gastronomía vasca. Los minutos de la basura, en jerga deportiva. Pronto fueron periodistas, blogueros, técnicos de la Administración, abogados y más políticos los que ocuparon el escenario. Rompió el hielo Pau Morata (director adjunto de la revista Incentives&Meetings), quien recordó los tiempos en los que se ganaba un dinero como vendimiador y señaló, alborozado,...
leer más(+25 rating, 5 votes)Cargando... El filósofo Andre Comte-Sponville sostiene la idoneidad de abrazar la feliz desesperanza, de preferir la vida tal cual es antes de esperar otra mejor, más de nuestro gusto, sea después de la muerte o en este mundo. No obstante, yo no me resigno, me aferro a la tesis freudiana de que una ilusión no es necesariamente un error y no pierdo la esperanza de protagonizar un día un triple salto mortal que me catapulte, partiendo de la nada, a las más altas cotas de la insignificancia. Y mi fe se sostiene, entre hilvanes, en pequeños detalles como el acaecido hace unas semanas a mi salida del II Foro de Comunicación Enoturística, celebrado en Laguardia, del que salí pitando con ánimo de compartir mesa y mantel con una fuente de total confianza. Ya en ruta, una llamada de teléfono bastó para confirmar que se caía el plan, así que decidí tomar el desvío a Baños de Ebro, con la esperanza de toparme en el recorrido con las instalaciones de Artuke, una bodega que me ha seducido con caldos como Finca de los Locos y Pies Negros, cargados de aromas, sabores, historias, remembranzas y sentimientos. ¿Quieren saber qué sucedió? Me perdí entre viñedos. Eme. Una calle sin salida me indicó que era el momento de renunciar a osadías y decidí comer en Llodio, en Balintxarreketa, un caserío anotado en mi particular agenda azul por recomendación de algún familiar. Pues bien, les contaré qué aconteció: pasado Haro, retención kilométrica. Llevaba más de 40 minutos con el motor parado y, salvo aquellos vehículos que decidían dar marcha atrás, en busca de una alternativa, nadie ocupaba el carril contrario, hasta que una patrulla de la Ertzaintza me comunicó que me quedaban, lo menos, otros 30 minutos de atasco. Qué asco. Adiós al plan de Llodio. Vistazo a la lista de restaurantes riojanos pendientes: ¿Venta de Molcalvillo, en Daroca de Rioja? Demasiado lejos. ¿Sopitas, en Arnedo? Ya ha salido en LQCDM, esta weg. ¿Tierra, en Entrena? Demasiado...
leer más(+75 rating, 15 votes)Cargando... La del Laurel es la calle de vinos y de pinchos con más ambiente de Logroño. El nivel medio de la oferta no es para echar cohetes, pero lo puedes pasar bien. Esta estrecha calle, sobre todo, la animan los bares (mi favorito quizá sea La Tavina, en el córner de entrada), pero abundan también los restaurantes. El que atesora más caché es el Cachetero, y perdón por la redundancia, pero me ha salido sola. Quería comer ahí desde que en el típico artículo gastronómico del ABC, el periódico monárquico, leí que ahí solía comer Su Majestad el Rey. Señal de garantía, ¿no? Pues yo iba a potear al Laurel y el garito siempre estaba cerrado. Luego me enteré de que el dueño lo había dejado, se había jubilado y había pasado los trastos a uno de sus más hábiles discípulos, Josele, quien modernizó la carta, ajustó los precios a la baja y dejó tal cual la decoración del salón comedor, amplio, antañón, crema y adornado con muchos cuadritos exhibidores de reconocimientos manuscritos de los clientes satisfechos (‘estómagos agradecidos’, los llaman en su web), caso de los tres Sudamericanos, que hasta dibujaron una coqueta caricatura el año en que yo nací. Pues el miércoles que fuimos a Logroño para ver al rocanrolero Roy Loney, en primera fila me topé con un logroñés de pro: Javi, el primo de Carlos Benito, compañero y sin embargo amigo en las tareas periodísticas. Por esto le llamaremos Primo. Primo tenía el jueves libre y comentó: «Venís a un concierto al Biribay y mañana vais a comer al Cachetero… Estáis bien informados, ¿eh? Pues voy con vosotros, que conozco a Josele, al dueño». Así que al día siguiente nos tomamos los tres una ronda de tres potes, cualitativamente decrecientes, por el casco viejo logroñés, donde Primo mora en una casa centenaria (como centenario, o casi, es el Cachetero). En el primer local, el mejor, el elegido por mí (La Tavina mentada), de casualidad nos cruzamos con Josele, quien nos...
leer másEl comedor principal de Las Cigüeñas se abre amplio, con paredes de piedra y partes pintadas en rojo, aparadores rústicos, vigas en el techo del que cuelgan lámparas de tulipas, botellas de vinos viejos de adorno y música de fondo.
leer másEl restaurante de siempre, Echaurren Tradición, ha dado paso a otras alternativas, una de las cuales le ha hecho merecedor de una ansiada estrella, El Portal del Echaurren, con cocina vanguardista, según sus propias palabras. En local anexo, se ubica el Bistrot Comilón, con una oferta más desenfadada y ambiente familiar.
leer másSin duda, la estrella del Chuchi son los asados y siempre puedes rememorar la anécdota de que allí se reunieron para hacer ganchillo Arzalluz, Corcuera y Vera hace ya unos cuantos años.
leer másLa mayoría de las mesas de Sopitas está está dispuesta en pequeños reservados excavados en la roca, por lo que la intimidad es casi completa.
leer másAntes pensaba que del cerdo me gusta todo, incluso sus andares. Ahora estoy convencido de que del cochino me gusta todo todito todo, salvo las manos de Collado Hnos.
leer másLlueve en San Sebastián, entra un nordeste fuerte y racheado. Intentamos dejar el automóvil en el parking del Kursaal pero el espacio se ha quedado pequeño. Hay una larga cola de automóviles que desmienten al luminoso que anuncia que aún restan siete plazas para el completo. Abandonamos el intento de aparcamiento y nos metemos por Gros, barrio bello y salvaje, otro de nuestros barrios preferidos donostiarras junto a El Antiguo y Amara. Bueno, e Igueldo, pero según Izaguirre eso no es un barrio, eso pretende que sea la república independiente de su casa. ¡Cómo son estos independentistas!, empiezan por un país, siguen por un barrio y acaban independizándose definitivamente hasta de sus primos de zumosol (nos alegramos, viva la independencia, con criterio). ¿Por dónde íbamos? Gros, lluvia, mojadura y llegada al Kursaal. Nos acreditamos. Nuestras txartelas, aunque ponen un enorme VIP (gracias a Edu), no son tan glamourosas como las serigrafiadas con el nombre de este blog, pero nos sirven igual. Comienza ‘le grand tour’ (bis) por los puestos del San Sebastián Gastronomika – Euskadi Saboréala 2011. Somos dos los enviados y cada uno con un ritmo diferente. N. es nervioso, apresurado y quiere abarcarlo todo. D. es taciturno, melancólico, un moñas. Su ideal de una feria es encontrar a un sólo tipo que merezca la pena y le sorprenda y hablar horas y llegar a conclusiones filosóficas que se recuerden en los próximos diez años. Llegamos a una solución de compromiso entre los dos enviados. Un ritmo rápido con paradinhas. El primer encuentro es con los cuates de las gastronomía mexicana. Sirven unas tortitas de pollo con mole que, perdón por lo obvio, molan. Les pedimos que nos reten con su chile más bravo y probamos varios tipos de chile habanero. Se llora, se suda, se afloja uno el cuello de la camisa. ¿Un chapulín?, nos preguntan. Claro. Es nuestro primer saltamontes, esta bien churruscadito y se impregna de un chocolate y hace cras, cras en la boca. Lo podríamos poner de sustituto...
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